El especialista en crimen organizado, seguridad y violencia analizó lo ocurrido en Manta, Esmeraldas y en todas las cárceles del Ecuador.
La noche de ayer, 24 de julio del 2023, Guillermo Lasso emitió el decreto 823, para declarar el estado de excepción en las cárceles, luego de los motines, que solo en la Penitenciaría del Litoral han dejado 31 asesinados. Este día, en Esmeraldas, ciudadanos esquivan las balas, incluso en zonas escolares.
El especialista en crimen organizado, seguridad y violencia, Daniel Pontón, conversó con Radio Pichincha.
¿Lo ocurrido este martes 25 de julio en Esmeraldas muestra que Ecuador toca fondo?
Ecuador está llegando a un abismo complicado, pero no estoy seguro de que sea un fondo pues un abismo nunca tiene fondo. Es necesario analizar los hechos en su globalidad: hace dos días mataron al Alcalde de Manta, vivimos revueltas carcelarias en todas las penitenciarias del país, balaceras, la salida de periodistas al exterior, bombas en el Litoral y hoy, lo que sucede en Esmeraldas. Es preocupante lo que está pasando.
¿Qué ha provocado que lleguemos a este abismo: las organizaciones criminales o la ineficiencia del Gobierno en temas como la inseguridad, entre otros?
Los dos. El crimen actúa por oportunidad y esa oportunidad la brinda el Estado debido a la ausencia de políticas. Eso ha permitido a las bandas criminales llegar al lugar en dónde están. Lo describiría como un efecto de bola de nieve.
Existe una cosecha de malas políticas, poca capacidad del Estado para controlar estos lamentables problemas, ya que los altos mandos carecen de entendimiento de lo que está pasando en Ecuador.
¿Este capítulo que vivimos ya se veía venir?
Los analistas venimos diciendo que se evidencia una ausencia de una política orientada a resolver estos problemas tomando el caso más evidente, las masacres carcelarias. Este problema comenzó en 2019, con una menor cantidad de víctimas mortales. Nunca se definió una solución para corregir lo que ocurría y con el tiempo, se empezó a agravar la situación. Luego, el problema pasó a las calles.
La ola del terror que vive el país es producto de ello. Gran parte del problema es responsabilidad del Gobierno porque no ha tenido una estrategia acertada para solucionarlo.
¿Cree que las bandas criminales se han tomado el país? ¿Este problema puede llegar a Quito?
Es una exageración decir que se han tomado el país. Lo que pasa es que han sucedido una gran cantidad de hechos que se suman, eventos que han aterrorizado a la población, como asesinato a las autoridades, a candidatos, políticos, también a civiles, etc., en todo el Ecuador.
Pero creo que, pensar que las bandas se tomaron el Ecuador es tener una imagen derrotista de la nación. Pienso que con la toma de las medidas correctas, la afinación de estrategias adecuadas y aplicación del esfuerzo necesario frente a este tema pueden cambiar y revertir está situación.
¿Cómo ve el papel del Estado frente a lo que ha ocurrido en estos días?
El Gobierno le hace juego al crimen organizado mostrando actitudes tan derrotistas. Y, los criminales atacan a causa de eso porque ellos amplifican su capacidad de poder y de temor infundido a la población, hasta el punto de hacer creer que todo lo que sucede ahora es producto de lo que ellos hacen.
¿Qué medidas cree que se debería tomar para evitar todo esto?
Una reforma profunda a la justicia. Gran parte del problema es causado por la impunidad que impera en el país, problema que no se ha podido corregir. Las mismas autoridades se deben poner a tono para enfrentar a la nueva amenaza que tiene el país: el crimen organizado.
Hay que tomar otras medidas mucho más drásticas; se debe trabajar en el ámbito político, institucional y normativo.
Redacción: Marco Criollo