Los clientes del sistema financiero prefieren utilizar tarjetas de débito o efectivo para controlar sus finanzas ante la incertidumbre que genera la pandemia.
Punto Noticias.- Entre enero y agosto de 2020, el número de transacciones con tarjeta de crédito cayó en un 27% frente a igual período de 2019.
La Asociación de Bancos Privados (Asobanca) informó que, incluso, la facturación se redujo en un 26%.
Los principales factores de esta reducción son la falta de empleo, la reducción de sueldos y el desasosiego que causó la pandemia.
Julio José Prado, presidente de Asobanca, comentó que ante la situación actual hay incertidumbre, por lo que las personas priorizan el ahorro sobre la inversión o el gasto, así como utilizan tarjetas de débito o efectivo para tener más control sobre sus finanzas.
Se estima que la tendencia de contracción del crédito se mantendrá mientras no se tenga una certeza de lo que pasará con la pandemia, al menos mientras no haya vacuna.
Enrique Burgos perdió en junio su empleo en un restaurante en Guayaquil y, desde entonces, evita usar sus dos tarjetas de crédito ya que no quiere que el monto de USD 2 000 que adeuda siga creciendo.
Según la Asobanca otro síntoma de que los ecuatorianos están siendo más cautos con las tarjetas es que la emisión de nuevos documentos bajó.
Entre enero y agosto de 2019 se registraron 290 000 tarjetas más que en el mismo período de 2018. Mientras, en 2020 se emitieron apenas 53 000 nuevas tarjetas durante ese período.
Durante los meses más críticos de la pandemia, los tarjetahabientes optaron por diferir más sus cuotas en comparación con el 2019.
Las compras a plazo con este medio de pago crecieron un 11%. En cambio, el pago corriente -cuando el cliente decide pagar su compra al final del período señalado en el estado de cuenta mensual- bajó un 40%.
Un análisis de Asobanca determinó también que se cambiaron los hábitos de gastos.
Si se revisa el número de transacciones hasta agosto de este año, la mayoría corresponde a compras en supermercados, seguido de egresos en salud, cuando hace un año la mayoría de las transacciones fue en restaurantes, y supermercados.
Datos de la Superintendencia de Bancos señalan que los pagos con tarjeta en restaurantes cayeron en un 66% durante los ocho primeros meses de este año, frente a iguales meses de 2019.
La reducción de movilidad también derivó en menos compras de gasolina con tarjeta, las cuales cayeron en 43%.
Además, debido al confinamiento, hubo menos compras de ropa y calzado, que cayeron a un 60%. Este tipo de consumo iban generalmente al pago corriente.
Para el analista económico David Castellanos en los casos que se han seguido usado las tarjetas de crédito lo que se observa es que han buscado diferir por más tiempo la deuda, con el fin de que las cuotas sean menores, aunque se vayan sumando intereses.
Estimó que en diciembre algunos locales comerciales ofrezcan planes de diferimiento con un mayor plazo y mese de gracia para promover la compra y no quedarse con la mercadería.
Fuente: El Comercio, Asobanca, redes sociales