Mientras el gobierno confirma que ya son 324 las muertes ocasionadas por el sismo del 19 de septiembre, los medios de comunicación mexicanos comienzan a reflejar la fuerte participación de los jóvenes en las labores de rescate y socorro de las víctimas de los derrumbes.
La generación de los “millennials” está mostrando su lado solidario y una importante capacidad de trabajo en equipo. El secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín los calificó como “una gran reserva generacional, una fuerza viva e inteligente”, ya que demostraron en los momentos de tragedia de qué madera estaban hechos.
Se trata de jóvenes que no vivieron en carne propia el anterior trágico sismo de 1985 que fue de 8.2 de la escala Richter, diez veces superior al de este año que fue de 7.1.
También son jóvenes los efectivos de las fuerzas armadas y las plantillas de rescatistas que trabajan sin descanso para encontrar los posibles sobrevivientes entre los escombros y se ocupan de las familias que han perdido sus hogares.
La organización de eventos culturales, con música en vivo, pretende reconfortar frente al dolor que vive el pueblo mexicano. Las emociones brotan en estos actos públicos y permite distender la tensión y frustración que viven todos por las secuelas del terremoto.
Además, los conciertos permiten recaudar fondos y materiales necesarios para ayudar a la reconstrucción.