El empleado de una funeraria se confundió de cuerpo cuando lo retiró en la morgue del Hospital IESS Quito Sur, llevó otro y lo incineró.
Punto Noticias.- Paola Punguil la hija del fallecido, se desmayó cuando se enteró que el cadáver de su padre fue cremado por equivocación. La mujer que estaba embarazada, se afectó por la noticia y al momento se desplomó en los exteriores de la morgue del Hospital IESS Quito Sur, en el sur de la ciudad.
Toda la familia Punguil había decidido enterrar el cuerpo del adulto mayor con el fin de que su esposa, que está hospitalizada con coronavirus, y cuando se recupere pueda visitarlo en el cementerio.
Geovanny recibió la noticia de que su papá, de 70 años, había fallecido con COVID-19, para amanecer del pasado martes1 de septiembre. Tiempo después, siquiera unas 20 funerarias llamaron para ofrecerle servicios exequiales. “Firmé un documento con una de las empresas que permitían la inhumación del cadáver”, aseguró.
Ya en la tarde le hicieron llegar una foto del cadáver para que Geovanny confirmara la identidad de su padre, pero no era él, era el cuerpo de otra persona, recuerda. Muy molesto y desesperado, fue con sus parientes a la casa de salud para reclamar el hecho. En la morgue del hospital les informaron que otra funeraria se confundió llevándose el cuerpo de su padre, y cambiando por el de Juan Punguil.
La otra empresa, según los responsables del centro, debía llevar el cadáver de Juan Caiza, pero se equivocaron. También, ellos tenían la orden de cremar el cuerpo. Geovanny había llamado a la funeraria para evitar que lo cremen, pero era tarde. El cadáver de Juan Punguil fue incinerado y sus restos yacían en un cofre de madera.
Los familiares del fallecido Juan Punguil molestos exigieron una explicación. Paola su hija se desmayó y mientras se recuperaba en un automóvil, los parientes de Juan Caiza fueron llamados al hospital para conozcan de este incidente ocurrido con el cuerpo de su allegado, que aún estaba en un refrigerador de la morgue. Ellos prefirieron no hablar, pero confirmaron que no solicitaron el servicio de inhumación.
Los representantes de cada familia ingresaron al lugar, allí les explicaron los procedimientos para el levantamiento de cadáveres con COVID-19.
El subdirector de Gestión y Servicios Hospitalarios de esta casa de salud, Santiago Echeverría, informó que desde el inicio del estado de emergencia nunca han registrado estos inconvenientes, pese a que en meses anteriores había hasta 12 fallecidos diarios. También, detalló que todo cuerpo tiene una etiqueta de identificación y se continúa con los protocolos del Ministerio de Salud Pública para levantamiento de cadáveres con covid-19.
En estos días el Hospital IESS Quito Sur reporta 4 fallecidos diarios por coronavirus. 314 personas están hospitalizadas con COVID-19 en esta casa de salud.
En la mañana del martes solo había dos cuerpos en la morgue: del señor Punguil y de Caiza. Los cuales fueron rotulados e ingresados a la zona de transición para que sean retirados. El trabajador de la funeraria no se llevó el cuerpo de Caiza se llevó el otro. “Se podría entender que fue un error humano cuando hay 25 cuerpos, pero al haber dos, esto se trató de un error absurdo”, dice Echeverría.
En este caso se presentó las irregularidades por parte de varias funerarias. Está prohibido que estas empresas contacten a los familiares para llevar los cuerpos, pero lo hicieron. Peor aún, abrir la bolsa donde está el cuerpo y tomar una fotografía puede convertirse en un delito.
Finalmente, la empresa que causo esta terrible situación con los cadáveres y que cremó el cuerpo del padre de Geovanny se disculpó con sus familiares y ofrecieron sus servicios exequiales gratuitamente para enmendar “el error”.
Fuente: Extra