Punto Noticias.- Al finalizar la visita de tres días a Ecuador, Édison Lanza, relator Especial de la CIDH para la Libertad de Expresión, adelantó que la situación en la frontera norte era gravísima y el nivel de riesgo, extremo.
Lo dijo en referencia a la situación en la frontera norte antes y después del asesinato del equipo periodístico de diario El Comercio, secuestrado en Mataje-Ecuador y posteriormente asesinado en Tumaco-Colombia.
La investigación de la Comisión Interamericana abarcará cuatro ejes principales: El primero será un contexto histórico de la violencia que se vive en la frontera, especialmente en Esmeraldas, donde fueron secuestrados los reporteros el pasado 26 de marzo.
Lanza sostuvo que es importante contar con esta referencia porque el secuestro de los comunicadores no fue un hecho aislado. El segundo eje abarcará las medidas de protección y seguridad que se brindó a los periodistas en las zonas de violencia en la frontera.
Para los familiares de Javier, Paúl y Efraín este punto es clave, porque se debe definir quién autorizó o permitió el ingreso del equipo periodístico a Mataje, conociendo de antemano las amenazas de alias “Guacho” de ejecutar secuestros y asesinatos a civiles, policías y militares en la frontera, en represalia a las detenciones de sus hombres del Frente Oliver Sinisterra.
El tercer eje de la indagación es considerada también crucial para los familiares de los periodistas, porque se buscará descubrir que pasó durante su secuestro, las negociaciones y los hechos que desencadenaron su asesinato ocurrido, presuntamente, los primeros días de abril.
Luz Adriana Camargo, investigadora e integrante del equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseguró que en este punto será importante conocer qué sucedió en Colombia. Después de su secuestro, los tres fueron llevados a diferentes comunidades de Tumaco, luego fueron asesinados y sepultados en ese país.
El cuarto eje será conocer qué pasó con todos los hechos protagonizados por la narcoguerrilla de Oliver Sinisterra, que fue responsable del coche bomba en el cuartel de San Lorenzo, de la colocación de un explosivo en el retén naval de Borbón; del atentado que mató a cuatro militares en Mataje y del secuestro y homicidio de Óscar Villacís y Katty Velasco.
Camargo mantuvo una reunión con los periodistas que visitaron la zona y desarrollaron trabajos periodísticos sobre la violencia que vivió San Lorenzo, cantón de Esmeraldas, a partir del 27 de enero pasado, cuando estalló un artefacto explosivo.
Comunicadores sociales de El Universo, Expreso, El Telégrafo, Ecuavisa, periodistas que laboran de manera independiente, en la reunión privada, contaron sus experiencias en la frontera norte. Representantes de gremios periodísticos también estuvieron presentes: Guadalupe Fierro acudió por parte de la Unión Nacional de Periodistas (UNP); Susana Piedra por la Federación Nacional de Periodistas (Fenape); y Francisco Rocha por la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep). Ellos hablaron sobre los protocolos de seguridad que tienen las empresas de comunicación y sobre el contexto político, según las crónicas realizadas sobre este hecho.
Por supuesto, participaron los familiares del fotógrafo Paúl Rivas, del periodista Javier Ortega y del conductor Efraín Segarra. Yadira Aguagallo, pareja que fue de Rivas, comentó que la información recogida abonará para que la CIDH incluya en su informe final un análisis sobre el contexto de los crímenes, cuyos autores serían integrantes del grupo narcodelincuencial Óliver Sinisterra, liderado por alias “Guacho”.
Ricardo Rivas, hermano de Paúl, espera que las familias de los asesinados tengan un primer borrador del informe que hará la CIDH en la próxima visita, prevista para septiembre de este mismo año.