Las sucesivas manifestaciones en todos los Estados Unidos en contra de las políticas anti-inmigración que continúa aplicando la administración de Donald Trump, hablan de que se está llegando a un nivel insoportable para la población estadounidense.
No quieren ser cómplices de las deportaciones masivas, ni de la finalización de un muro que separe México de su país, ni de las separaciones forzosas de menores de sus padres y su encierro en cárceles.
Lo que los medios callaban durante el gobierno de los demócratas se ha visto ahora desatado y amplificado por la conducta y declaraciones del presidente empresario.
“No podemos dejar que toda esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entra [a Estados Unidos], debemos enviarlo de regreso al lugar de donde vino, sin jueces ni tribunales mediante”, escribió en Twitter Donald Trump.
Y durante el fin de semana, manifestó que los migrantes “Pueden ser asesinos. Pueden ser ladrones. Pueden ser horribles personas. A los demócratas les parece bien que ellos estén en nuestro país. Yo no creo eso. Solamente el Congreso puede solucionar el problema. Y la única solución que funcionará es ser capaz de detener, procesar, y expulsar enseguida a cualquiera que cruce ilegalmente la frontera”.
El director de cine Michael Moore fue caustico con respecto a la relación de los estadounidenses con los niños. “Separamos a los bebés indios de sus padres, que luego exterminamos, robamos bebés de los padres esclavos para hacerlos trabajar, encarcelamos niños japoamericanos en campos de concentración, permitimos que fueran abusados durante décadas por sacerdotes, los armamos para que se maten entre ellos” y concluyó “no me sorprende que Trump secuestre niños hispanos, es lo que somos, siempre fuimos así. Trump somos nosotros”.