Las autoridades puertorriqueñas tratan este sábado 11 de enero del 2020 de que los miles de refugiados en el suroeste de la isla por los terremotos reciban la atención necesaria, colectivo atemorizado por la actividad sísmica que les mantiene en las calles por miedo a derrumbes.
Punto Noticias: Gobierno y agencias federales estadounidenses trabajan conjuntamente para aliviar la precariedad de estas personas, que desde el pasado martes hacen, literalmente, vida en la calle por miedo a que los refugios -polideportivos y escuelas- cedan ante los temblores que no dan tregua al suroeste de Puerto Rico. Estos campamentos al aire libre están compuestos por personas cuyas viviendas quedaron dañadas de alguna manera por el temblor del martes, que alcanzó una magnitud de 6.4, y por otros ciudadanos que temen que sus casas no resistan nuevos terremotos.
La tranquilidad no llega porque la actividad sísmica no cesa y hoy, 5 minutos antes de la 9:00 de la mañana hora local (8:00 hora de Ecuador), un temblor -de magnitud 6- volvió a desatar el pánico entre los puertorriqueños, algunos de los cuales se recuperan todavía del huracán María de septiembre de 2017 que destrozó la isla dejando más de 3 000 muertos y millonarias pérdidas. La 200 000 viviendas que se han edificado en las últimas décadas sin ningún control oficial son ahora presa fácil de unos temblores que están llegando a la magnitud 6, una cifra desconocida prácticamente por estas latitudes.
El Gobierno local trata de descifrar el porqué de este incremento en la cantidad y, sobre todo, intensidad de la actividad sísmica con la ayuda de expertos en sismología llegados de Estados Unidos. El sismo de hoy de magnitud 6 hizo temblar el sur de la isla de nuevo, lo que generó escenas de pánico en campamentos de varios municipios del suroeste. Las réplicas, unas sentidas por la población y otras pasadas desapercibidas, se han seguido sucediendo durante todo el día y como el director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, advirtió continuarán hasta, al menos, la próxima semana, consecuencia del sismo principal del martes de 6.4 de magnitud, el más fuerte recordado desde hace muchas décadas.
Los refugiados se ubican de polideportivos repartidos por los municipios del suroeste de la isla, uno de ellos la Escuela Superior Vocacional de Ponce, donde permanecen 600 personas. (C.D.A.)
FUENTE: El Comercio