Decenas de miles de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se movilizaron para exigir seguridad y que se deje de ejercer violencia contra los trabajadores de la institución.
La convocatoria se realizó en la explanada de la Rectoría y busca ir más allá de las necesidades expresadas por el centro educativo de Azcapotzalco, donde se inició el actual conflicto.
40 escuelas de la Universidad realizaron un paro de actividades, que puede extenderse, si no hay un acercamiento franco de las autoridades.
Desde otros centros universitarios y de bachillerato se sumaron a la protesta y denuncia de la violencia que ejercen grupos de choque que funcionan dentro de los establecimientos y que deberían ser guardianes de la seguridad, no matones.
Estos violentos son conocidos en México como “porros” y atacaron a estudiantes en el CCH Azcapotzalco con palos y armas blancas, buscando desanimar las protestas.
“¡Si nos organizamos se van los porros!”; “¡De norte a sur, de este a oeste, sacaremos a los porros cueste lo que cueste”; “¡La UNAM será la tumba del porrismo!” y “Que quede claro: ¡No somos porros, somos estudiantes!”, gritaban los jóvenes.
En la Ciudad de México los jóvenes se movilizaron en contra de la violencia y los secuestros, como ya hicieran estudiantes de otros estados, que exigen al gobierno políticas públicas que garantice la integridad física de las personas en el territorio mexicano.