Punto Noticias.- Tres invitados analizaron la situación de Quito. Ellos fueron: Julio Echeverría (sociólogo), Fernando Carrión (arquitecto) y Pablo Moreira (arquitecto).
PRINCIPAL PROBLEMA DE QUITO
Pablo Moreira, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, considera que la ciudad atraviesa por una desorientación completa. No se sabe hacia dónde va Quito. Moreira explicó que Quito está complicado desde el punto de vista de la movilidad, el espacio público, del medio ambiente, entre otros.
Para Fernando Carrión hay tres momentos sobre cómo se ha ido construyendo la crisis que vive el país. El primero momento: la firma de la paz (desaparece el enemigo externo), la dolarización y la crisis económica.
El segundo momento tiene que ver con la Revolución Ciudadana, es decir, la administración de Augusto Barrera. «Aquí vemos una pérdida de la autonomía de la ciudad de Quito. Ya no tiene la capacidad de representarse directamente». Para el entrevista eso provocó una crisis de representación en Quito, que se vive hasta ahora.
Un tercer momento, es la llegada de Mauricio Rodas a la alcaldía. En ese momento hay una confrontación con Rafael Correa y Alianza PAIS, pero con una ausencia clarísima de proyecto de ciudad, explicó Carrión.
Julio Echeverría, por su parte, piensa que Quito ha ingresado a un proceso acelerado de crecimiento, de complejización. «Es tan grave este proceso de complejización que las distintas gestiones se quedan cortas frente a la problemática que vive Quito».
Además, indicó que tanto el ciudadano como el actor político deberían revestirse de una alta responsabilidad. Esto con el fin de saber lo que se ofrece como soluciones y para acumular acuerdos entre múltiples actores.
Yo creo que existe una excesiva politización en el acceso a la gestión pública en la ciudad. Yo diría también una mala politización, en el sentido de acumular ofrecimientos de naturaliza distinta, pero no convocar a una acción colectiva conjunta.
LOS CANDIDATOS EN ESTAS ELECCIONES
Fernando Carrión señaló, por ejemplo, que Guayaquil ha sostenido un modelo de ciudad hace 27 años. En Quito, solo en este siglo, Carrión agregó que se ha tenido cuatro alcaldes de cuatro partidos políticos diferentes. «Cada uno ha venido a plantearnos algo respecto de la ciudad, que no ha terminado por consolidarse en un proyecto de ciudad». Entonces, prosiguió, lo que vemos es una dispersión de ofertas que van desde «clínicas para perros hasta túneles». El investigador añadió: los candidatos tienen una falta de comprensión de los problemas de ciudad.
Julio Echeverría dijo que hay una tendencia por apostar por la experiencia, que es un sentimiento que se explica por un proyecto de revolución que produjo un desencanto. «Un desencanto frente a toda propuesta novedosa (…) entonces hay una tendencia de apostarle a la seguridad que proviene de la experiencia».
La otra tendencia es devolverle la identidad que Quito debe tener como capital del país. «Quito ha perdido mucho su liderazgo. Muchas veces se habla de Guayaquil, como un modelo urbano (…) mientras Quito se ha quedado atrás». Y una tercera tendencia, es la de un «utopismo tecnológico». Es decir, que muchos candidatos apuestan por el uso de tecnologías, «como si estas resolvieran las grandes propuestas de ciudad».
Por su parte, Pablo Moreira indicó que le resulta difícil encontrar un discurso coherente en los candidatos a la ciudad. «Yo veo que los candidatos no bajan a territorio en sus discursos. No bajan a los elementos prácticos». Para el entrevistado es complicado identificar a un candidato y conocer, por ejemplo, su idea de movilidad. Tampoco hay candidatos que se refieran al espacio público, o sobre la gestión municipal, opinó.
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