La denuncia que hizo el chofer de Pablo Neruda en 2011 de que su patrón había sido asesinado por agentes del dictador de Augusto Pinochet, comenzó a generar una fuerte especulación al respecto.
Esto hizo que se creara un panel internacional de peritos forenses de seis países que analizaron los restos del poeta chileno, quienes determinaron que la muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1973, no fue de manera natural.
Los exámenes genóminos proteómicos comprobaron la presencia de bacterias en un molar, lo que desmiente lo que manifestaron los médicos en 1973, que dijeron que había muerto de caquexia cancerosa.
El peritaje requiere una mayor profundización, porque no se llegó a ninguna conclusión sobre la causa de muerte, pero existen indicios de que terceros pueden haber provocado la muerte.
Pablo Neruda era una celebridad internacional que apoyaba el gobierno de izquierda del malogrado Salvador Allende, a quien se le había realizado un golpe de estado el 11 de septiembre del mismo año, apenas 12 días antes de la muerte del poeta. La causa judicial continúa abierta.