Andrés Luna Montalvo
Es conocido que en los próximos meses las restricciones para acudir a eventos masivos persistirán y se prolongarán por un tiempo indefinido. Los mismos ciudadanos, acostumbrados a asistir a conciertos, cines o espectáculos deportivos, cultivarán un recelo en hacerlo, incluso cuando las medidas restrictivas vayan progresivamente dosificándose. El Covid-19 heredará una paranoia colectiva y el uso de mascarillas en los próximos mes o años será algo común en nuestra cotidianidad.
Sin embargo, estas consecuencias de la pandemia mundial no podrán impedir que el show continúe y en un abrir y cerrar de ojos volveremos a ser telespectadores de eventos deportivos que llegarán con la misma frecuencia que antes a nuestros televisores y dispositivos móviles. Países que han lidiado de manera más eficiente con el Covid-19 ya están componiendo la fórmula para este esperado retorno y uno de ellos es Alemania.
Con una de las tasas más altas de contagio pero de las más bajas en mortalidad, los alemanes han programado el reinicio de la Bundesliga (campeonato profesional de fútbol masculino) dentro de un mes, el próximo 9 de mayo, con estadios cerrados y un aforo menor de 300 personas.
El 300, evocado en la película de Zack Snyder como el famoso número de los guerreros espartanos que derrotaron a cien mil soldados persas en la Batalla de las Termópilas en el 480 antes de Cristo, ahora es el número límite que incluirá a futbolistas, que sumarán casi 40 entre los dos equipos; árbitros e inspectores, quienes serán algo menos de 10.
Cuerpos técnicos, que en países con fútbol tan industrializado como Alemania incluirá alrededor de 10 en cada bando, nutricionistas y psicólogos incluidos; 4 pasabolas, empleados de seguridad y un personal suficiente de camarógrafos, productores, sonidistas y por supuesto una cincuentena de periodistas, que se encargarán de que ese evento llegue a millones de hogares, muchos de ellos aun confinados para evitar la propagación del virus.
Ese pretende ser el retorno del fútbol en Alemania y si el proyecto da resultado ese será el retorno del fútbol en Ecuador y buena parte del mundo. La descripción del “A puerta cerrada” seguirá repitiéndose en lo que puede ser una oportunidad única para la innovación de la televisión y las redes sociales, donde todo indica seguiremos las competencias más apetecidas del deporte.