Los representantes instan al Gobierno que revise la inversión realizada en el sector carcelario.
Punto Noticias.- La falta de equipos antimotines para controlar la violencia en las cárceles del país preocupa a los guías penitenciarios.
La Asociación de Servidores Penitenciarios del Ecuador (Aspe) y la Asociación de Servidores Penitenciarios Activos (Asosepen) se reunieron este lunes en Quito ante la necesidad de que el Estado y la sociedad civil realicen una “auditoría” a la inversión realizada en el sector carcelario durante los dos estados de excepción declarados en 2019 y 2020 por la violencia penitenciaria.
Los representantes de ambas asociaciones indicaron que no hay equipos para controlar a los internos, así como solicitaron más seguridad para sus compañeros.
En enero de este año, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI) presentó un informe en el que señala que en 2020 y tras el estado de excepción en el sistema se invirtieron cerca de USD 195 415 en armas no letales para los guías y USD 500 000 en radios y repetidoras para la comunicación del personal.
Con este antecedente insistieron que el Estado debe garantizar la seguridad de sus compañeros e indicaron que hay mafias que amenazan a los guías que no se acoplan a sus intereses.
Según sus estadísticas, cinco guías han sido asesinados, al estilo sicariato, fuera de las cárceles. Otros, en cambio, han quedado heridos.
Christian Peñaherrera, presidente de Aspe, exhortó al Gobierno que también revise la caída de sus ingresos tras la aprobación del Código de Entidades de Seguridad que homologó sus salarios.
Este reclamo lo han realizado desde agosto del 2019 cuando entró en vigencia el reglamento a la Ley, debido a que los guías dejaron de percibir horas extra.
De acuerdo a los celadores esto hizo que los ingresos de los antiguos bajen USD 1 030 a USD 817.
Tanto Peñaherrera, como Carlos Ordóñez, presidente de Asosepen, indicaron que sus reclamos ya fueron entregados al SNAI, pero aún están a la espera de una respuesta.
Fuente: El Comercio, redes sociales