El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un dieron inicio hoy al histórico encuentro bilateral con un apretón de manos en un hotel de Singapur.
Ambos líderes ingresaron al salón del hotel Capella por lados opuestos y tomaron asiento en un escenario adornado con banderas de Estados Unidos y Corea del Norte.
Sentados uno al lado de otro, dieron un minuto para que la prensa tomara las fotografías pertinentes.
«Tendremos una relación excelente, no tengo dudas», dijo Trump, muy serio a los periodistas, mientras el líder norcoreano sonreía ante las cámaras.
«Las viejas prácticas y los prejuicios nos perjudicaron, pero los vencimos a todos y hoy estamos aquí», destacó por su parte Kim, según la traducción en vivo hecha por su intérprete a la prensa.
Posteriormente, ambos se aprestaron a sostener las conversaciones privadas, que serán solo presenciadas por sus respectivos traductores, y cuya duración se estima en 45 minutos.
Al término de las mismas, se incorporarán al diálogo funcionarios de las dos delegaciones.