Un trabajo que se cocinó desde el seno de las comunidades kichwas de la provincia de Imbabura. «Sara Mama» fusiona las sonoridades ancestrales de los Andes, con elementos contemporáneos, pues eso es Humazapas.
Punto Noticias.- El ciclo de la vida y la muerte; el ciclo del maíz, desde la preparación de la tierra hasta la cosecha de los granos secos; los saberes ancestrales; la magia de los rituales y la celebración de la vida. Eso y mucho más es «Sara Mama», el álbum debut de la agrupación Humazapas.
Un trabajo que se cocinó desde el seno de las comunidades kichwas de la provincia de Imbabura, al norte de Ecuador, «Sara Mama» fusiona las sonoridades ancestrales de los Andes, con elementos contemporáneos, pues eso es Humazapas.
Pero no solo eso, sus 12 temas que lo componen también narra las actividades agrícolas durante el cultivo del maíz y están ordenados desde la música de preparación de la tierra, germinación, nacimiento, florecimiento, época de granos tiernos hasta la cosecha.
Humazapas, integrado por ocho músicos y cuatro danzantes, es una agrupación de ensamble de música, poesía, danza, vestuario y visuales. En sus canciones, los músicos narran historias cotidianas que se vuelven universales.
¿»Sara Mama»?
En español, Madre Maíz, alude a uno de los granos sagrados que esconde en su cosecha, los saberes, la magia de los rituales de crianza, cuidado y celebración de la vida. El álbum marca la relación entre la humanidad, la naturaleza y el mundo de las deidades. En el recorren ritmos tradicionales como el churay, el saruy, bambuco, el danzante, el yumbo y la capishka.
En sus 12 canciones, Humazapas fusionan los sonidos de la zampoña, el bombo andino, el bandolin, el arpa, redoblante, platillos, el trombón, la tuba, el violín y más.
Para sacar a la luz esta obra, la agrupación se sumergió, por 10 años, en un camino de aprendizaje, reinterpretación, investigación, composición y producción de la música kichwa de las comunidades que se asientan en los pies de los volcanes Tayta Imbabura y Mama Cotacachi.
El disco es humanidad, naturaleza y deidades. Contó con la composición, producción, arreglos y grabación de Jesús Bonilla en ANTA Records, dentro de la comuna kichwa Turuku, la mezcla de Paul Cotacachi y Esteban Farinango (MalaFama), la colaboración de reconocidos artistas ecuatorianos como Danilo Arroyo y Matías Alvear y el máster final del célebre DJ y productor también ecuatoriano Nicola Cruz.