Algunas comunidades indígenas resolvieron autoconfinarse para evitar los contagios.
Punto Noticias.- Con el objetivo de evitar la propagación del coronavirus, algunas comunidades indígenas de Loja, Sucumbíos, Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Tungurahua decidieron autoconfinarse.
En 13 comunidades de Saraguro (Loja) se controla el ingreso, se crearon ferias agroecológicas para alimentarse y se aplican medidas de bioseguridad para evitar contraer la enfermedad.
La decisión fue tomada en asambleas por los líderes de las comunidades y hasta el 2 de julio no registraron contagios. Cada semana se reúnen para evaluar la situación.
En Kiskinchir, ubicado a 2 kilómetros del centro de Saraguro, donde viven 155 familias, la primera decisión fue la colocación de un palo de madera largo atravesado en la carretera principal para controlar el ingreso, el resto de vías fueron bloqueadas.
En este punto de control se fumigan -con amonio cuaternario donado por el Municipio- motos, vehículos y zapatos de quienes salieron por alguna situación. En el centro poblado hay poco movimiento de personas. Mujeres y hombres permanecen en sus huertos cuidando y sembrando brócolis, lechugas, zanahorias, fresas, papas, entre otros productos.
Antes de la emergencia, la producción de esta zona abastecía a los mercados de Saraguro, Loja y el cantón Yantzaza (Zamora Chinchipe).
Rodrigo Medina, presidente del Cabildo, manifestó que por temor al contagio resolvieron confinarse y sobrevivir en comunidad.
Lagunas, Tuncarta, Tambopamba, Yukucapak son otras comunidades que también se autoconfinaron.
Estrategias similares adoptaron los indígenas awá de los 27 centros poblados de Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos.
Jairo Cantincús, líder de la Federación de Centros Awá del Ecuador (FCAE), señaló que las restricciones fueron acordadas con los dirigentes, el pasado 16 de marzo.
Para ellos, las largas distancias que hay entre varios poblados rurales y los centros urbanos son una barrera natural para evitar que el virus afecte a los 6 000 miembros.
Mientras, la Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura -que aglutina a los pueblos Otavalo, Kayambi, Natabuela y Karanki- recomendó a los dirigentes mantener un solo camino para verificar el paso de personas y activar medidas de bioseguridad, como la fumigación.
En Tungurahua, el incremento de casos por la Covid-19 hizo que las 17 comunidades del pueblo Salasaka optaran por un aislamiento voluntario durante dos semanas.
Los 12 000 habitantes de esta parroquia del cantón Pelileo dejaron de realizar sus actividades de comercio y artesanales para evitar más contagios.
Antonia Quinatoa, presidenta de la Junta Parroquial, expresó que la medida adoptada fue para impedir más contagios. Al momento en esa zona hay 6 casos positivos y 10 con sospecha de coronavirus.
Fuente: El Comercio, redes sociales