Mujeres y niñas sirias desplazadas por la guerra denunciaron haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales a cambio de ayuda humanitaria, indica un informe del Fondo de Población de Naciones Unidas.
“Voces desde Siria” se llama el reporte que recoge casos de mujeres que debieron casarse con funcionarios por un corto tiempo para cumplir con servicios sexuales, a cambio de alimentos, al mismo modo que otras mujeres y niñas eran llevadas a lugares apartados para ofrecer “algo a cambio” de la ayuda humanitaria.
Las viudas y divorciadas se convierten en las mujeres más vulnerables en tiempos de guerra y desplazamiento, al no tener “protectores masculinos”.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios salió a defenderse, alegando que los casos incluidos en el informe “parecen referirse a socios y no a personal de la ONU”. De todas maneras criticó este comportamiento y asegura que no hay consentimiento alguno de parte de Naciones Unidas a estos comportamientos.
El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, explicó que “es importante entender que durante las emergencias humanitarias hay un riego de abusos sexuales y explotación” y que además de la condena sin reservas de estas prácticas, ACNUR reafirma que la asistencia a las posibles víctimas debe ser garantizado y hay zonas donde el despliegue de ACNUR no llega.
Una vez más, Mahecic, vuelve a repetir un argumento fallido, “que no había pruebas” de las denuncias de las mujeres sirias, sospechando de la palabra de las víctimas de esta horrenda barbaridad.