En un video de 42 segundos, un joven de 27 años, alerta: fue trasladado contra su voluntad a un centro en otra provincia. Asfadec, Diálogo Diverso y Fiscalía, con ayuda de sus amigos, lo rescataron.
La tarde del miércoles 19 de abril, cuando intentaba retirar a su gatita y sus pertenencias de la casa de sus padres, para independizarse, Jean Pierre R. fue llevado en contra de su voluntad a un lugar, en Cotacachi, en Imbabura. Allí le decían -relató en un video compartido en redes sociales- que sus males provenían de su orientación sexual.
Una semana después, gracias a tres amigos y a su pareja, con el apoyo de Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), Diálogo Diverso, que se concentra en personas Lgbtiq+, y a la adecuada acción de la Fiscalía, Jean Pierre fue liberado. Así, el publicista, de 27 años, puede contar lo que le pasó.
«Expongo estos hechos, ya que mi familia más cercana, quienes están en posesión de mis documentos y objetos personales se han tomado mi nombre ante terceras personas sin mi consentimiento. Encubren el secuestro que sufrí. Les pido respeto y cautela, los hechos de mi desaparición están siendo investigados por las autoridades competentes».
Ese es el testimonio de Jean Pierre R., difundido en un video, que ha despertado la solidaridad. Además las críticas a su familia. En Ecuador, la homosexualidad fue despenalizada en noviembre de 1997, hace 26 años.
Según el Ministerio de Salud, la homosexualidad no es considerada una enfermedad. Así que no deberían existir establecimientos de salud que la traten. Por eso, no los registran, actúan de forma ilegal.
Además existe un acuerdo ministerial (00000767), emitido en el 2012 por la exministra Carina Vance, según el cual está prohibido ofrecer, practicas o recomendar tratamientos o terapias que tengan como finalidad la afectación de los derechos humanos, en especial el libre desarrollo de la personalidad, la identidad de género, la orientación sexual (como la deshomosexualización).
De acuerdo con el Ministerio de Salud, la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) desarrolla, periódicamente, operativos de control con la Fiscalía y la Policía, para monitorear estos centros. Se conoce que operan ocultándose en clínicas para tratar la adicción a las drogas.
Justamente eso le dijeron los familiares de Jean Pierre R., a su amiga Marcela (nombre protegido), cuando insistió en conocer detalles de dónde estaba. Jean Pi, como ella lo llama, debía ir el 19 de abril a retirar a su gatita y otras pertenencias de su casa. Lo acompañaron dos amigos, que filmaron el momento en el que cuatro personas se lo llevan a la fuerza, para trasladarlo en un vehículo, desde la casa de sus padres.
Los familiares al principio solo le contestaron que Jean Pierre se encontraba bien. Luego le pidieron que no se inmiscuyera en la decisión. Pero como siguió preguntando le contestaron que estaba en un centro maravilloso, al que ingresó porque era un adicto a las drogas.
Eso no convenció para nada a su amiga, que había visto el video en el que a la fuerza se llevaban a Jean Pierre Rosero. Además, ambos iban a compartir un departamento; ella asegura que él es tiene un trabajo estable como content manager. Hizo su vida, pese a que su familia nunca aceptó que sea un chico homosexual.
Con el respaldo de Diálogo Diverso, más Asfadec, los amigos y la pareja de Jean Pierre colocaron la denuncia en Fiscalía por desaparición involuntaria. En el Código Orgánico Integral Penal (COIP) se establece que la persona que prive de la libertad, retenga, arrebate, desaparezca, traslade a lugar distinto a una o más personas, en contra de su voluntad y niegue información de su paradero o destino, será sancionada con pena privativa de libertad de siete a 10 años.
La familia, dice Marcela, intentó amedrentarla en llamadas telefónicas. Pero sus amigos, Asfadec y Diálogo Diverso ayudaron. Una vez puesta la denuncia, cuando llegó a la Fiscalía, supo que la familia había decidido informar en dónde se encontraba. Dicen que en un centro que supuestamente tiene autorización para tratar la adicción a las drogas, en Cotacachi.
La fiscal del caso escuchó los testimonios de los amigos y la pareja de Jean Pierre R., vio los videos. Y ella encabezó el operativo para liberarlo, el 27 de abril. Según las organizaciones que lo apoyaron y sus amigos en ese lugar le repetían que todos los males de su vida se debían a su orientación sexual, le mencionaban la Biblia y lo manosearon. Era un centro en donde había ‘pacientes’ hombres.
Desde el 2012, la Organización Panamericana de la Salud concluyó que las mal llamadas terapias de conversión o deshomosexualización carecen de justificación médica y son una grave amenaza a la salud y a los derechos humanos.
También Víctor Madrigal-Borloz, experto independiente de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género, dijo que no hay fundamentos para creer que una orientación sexual o identidad de género innata se puede cambiar. Pidió a las naciones apoyar para instaurar la prohibición mundial de las terapias de conversión.
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