“De un proceso que en 1997 inició con 50 personas sobrevivimos 10 o 12”, dijo Purita Pelayo, una de las personas que lideró esta lucha
Punto Noticias. Antes del 27 de noviembre de 1997, la comunidad LGBTI enfrentaba una serie de abusos, respaldados por el Código Penal. Hasta ese entonces, ser homosexual era un delito, que se pagaba con una reclusión de hasta ocho años. Hoy, a 22 años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, los gais, lesbianas, hombres y mujeres trans celebran este logro, pero lamentan que, en lo que va del 2019, hubo 14 asesinatos en contra de esta población.
En junio de 1997 hubo una revuelta en Cuenca, cuando cerca de 100 personas fueron detenidos en una discoteca, en la que elegían la Reina Gay de esta ciudad. La policía irrumpió en el lugar y se llevaron a todas esas personas. En ese momento, su detención era legal, solo por ser homosexual. Esto, daba paso a otros abusos como agresiones, violaciones y otras agresiones que se han denunciado.
A partir de este hecho surgieron varios organismos para denunciar lo que ocurría en Cuenca y empezó la lucha por la despenalización de la homosexualidad.
“El rostro de la despenalización de la homosexualidad son las mujeres trans. No gais o lesbianas, son trans”, asegura la activista Diane Rodríguez, al precisar que fueron muchas mujeres trans, trabajadoras sexuales, que protagonizaron estas movilizaciones y recolectaron las firmas necesarias para presentarlas al entonces Congreso Nacional y poder abolir el artículo 516.
El colectivo Nueva Coccinelle está integrado por varias de estas mujeres trans que iniciaron con este proceso. “Escapamos del sistema represivo que nos agobiaba la vida entera, reformamos el Código Penal, cambiamos la historia”, cuenta Purita Pelayo, una de las que lideró la abolición de este artículo.
Además, cuenta que de un proceso que inició, en 1997, con 50 personas, sobreviven 10 o 12. Ellas piden al Estado una reparación integral por delitos de lesa humanidad en esa época. “Vivimos en condiciones precarias, de los recuerdos, y eso no lo van a borrar las disculpas públicas, sin embargo las exigimos como parte de ese proceso”, afirmó en uno de los conversatorios.
Hoy, a 22 años de la despenalización de la Homosexualidad, Rodríguez recuerda, con orgullo, los hitos que se fueron lograron: incluir la orientación sexual como derecho fundamental (1998), la inclusión de la identidad de género a mujeres y hombres trans (2008), la unión de hecho para personas del mismo sexo (2015) y, este año, la aprobación del matrimonio igualitario.
Sin embargo, señala que hay mucho camino por recorrer, sobre todo, en la prevención y erradicación de la violencia en contra de la comunidad. En lo que va de 2019, reveló, son 14 asesinatos en contra de la población LGBTI, de los cuales, 11 están dirigidos a mujeres trans y 3 a hombres gais. Mientras que en años anteriores se reportaban menos casos.
Criticó que en el actual Gobierno no existe una sola política pública a favor de este sector de la sociedad.
Para el activista Julio Neira, entre las principales demandas, a 22 años de abolir el artículo 516, son los derechos políticos de las diversidades sexo-genéricas.
Expuso que la reforma al Código de la Democracia, que tramita la Asamblea, no es claro en cómo incentivar la participación de personas LGBT y no queden aglutinadas solo en gais y lesbianas, sino que se visibilice el resto de identidades.