Sergio Moro, el juez que condenó a Lula da Silva por convicciones, al no haber conseguido probar ninguno de los delitos de los que lo acusaba, metió en las últimas horas presión sobre el Supremo Tribunal Federal para que no acepten el pedido de Habeas Corpus solicitado por la defensa del expresidente para evitar ser detenido.
El Supremo Tribunal Federal había autorizado en 2016 detenciones con solo un fallo de cámara y sin necesidad de esperar una tercera instancia, como marca la Constitución. Moro insiste en que el STF no debe corregir su deriva y debe aplicar la misma inconstitucionalidad con Lula da Silva.
La operación Lava Jato es dirigida por el juez Sergio Moro, quien calificó de “desastre”, el hecho de que el STF no detenga al expresidente y principal candidato a la presidencia este año.
“Una eventual alteración sería desastrosa para los avances contra la impunidad de la gran corrupción de Brasil”, sentenció Moro en un fallo.
El Supremo Tribunal Federal debe reunirse para votar si sostienen la jurisprudencia de 2016 o si por las posibles repercusiones que puede tener la detención del exmandatario, se atienen a derecho.
La convulsión en Brasil va en aumento y encerrar a Lula podría ser detonante de una revuelta sin precedentes. El Movimiento de los Sin Tierra advirtió que en caso de detención ilegal de Lula su organización disponía de 100 mil miembros dispuestos a enfrentar al Estado sin derechos de Michel Temer.