Agregó que el escenario puede empeorar pues los ataques pueden empezar a darse en centros poblados, escuelas, terminales de transporte, entre otros.
Carolina Andrade, experta en seguridad, se refirió a los hechos violentos de la madrugada de este martes 1 de noviembre y subrayó que no son nuevos, sino que es una constante y en aumento, mostrando la ineptitud, falta de decisión y liderazgo del Gobierno.
“Lo sucedido podría leerse como complicidad”.
Cuestionó las conversaciones de autoridades públicas con líderes de organizaciones criminales, que no han sido públicas y cuyos tratos se desconocen, lo cual podría volver más complicados los escenarios de violencia.
“Las acusaciones que hacen los privados de libertad son graves, porque dicen que el Gobierno conversa con ciertos actores vinculados a organizaciones criminal y bajo ese supuesto están afectando las estructuras de otras organizaciones para construir una falsa paz”.
A todo esto se suma la permeabilidad de la fuerza pública, como se vio en meses anteriores con el caso de Don Naza o la misma denuncia que hizo la embajada de Estados Unidos respecto a la presencia de narco-generales en Ecuador.
“El gobierno está entregado al alto mando policial y militar, mientras las bases y tropas ponen pecho a las balas frente a la incapacidad de proveerles de insumos mínimos”.
Para Andrade, el Gobierno está siendo amenazado y cercado por organizaciones criminales, sin rumbo alguno, reaccionando de manera improvisada,
“Preocupa porque podemos ver una escalada de violencia y esto puede llegar a centros poblados de gente como escuelas, terminales de transporte o en diferentes barrios, sobretodo de ciudades como Guayaquil y Esmeraldas”.
Advirtió que el país está cayendo en un espacio sin rumbo y sin retorno, por lo que si no se toman las correcciones, entregando presupuesto y ejerciendo inteligencia preventiva, a futuro podría tomar mucho tiempo retomar la seguridad.