1 de cada 3 trabajadores del arte percibe una remuneración inferior al salario básico unificado (al momento en $400)
Punto Noticias. La pandemia del COVID-19 reveló la precariedad en la que se encuentran artistas y gestores culturales en el país. Hoy, con los teatros, estudios y talleres que aún continúan cerrados, aumenta la presión sobre un gremio que siempre ha estado en emergencia. En este contexto, el domingo 9 de agosto el Presidente Lenín Moreno anunció a los ganadores del Premio Nacional Eugenio Espejo, en su vigésima novena edición.
Esta distinción es uno de los más importantes galardones que otorga el Estado al aporte y trayectoria de los ciudadanos en el quehacer cultural, literario y científico.
El concurso tuvo varios cuestionamientos por parte de asociaciones de artistas, quienes criticaron que, en las ternas enviadas por el Ministerio de Cultura, se excluía a varios artistas. El rechazo llegó, incluso a que la Asociación de Artistas Unidos presentara una acción de protección en contra del Ministro, Juan Fernando Velasco.
Pese a esta controversia, el Primer Mandatario anunció a los ganadores de manera virtual, debido a la pandemia del COVID-19. El reconocimiento en actividades literarias fue para Juan Valdano, con más de 50 años de trayectoria en la literatura, con más treinta libros publicados.
En la categoría de artes, el ganador fue Álvaro Manzano, director de la Orquesta Sinfónica Nacional. Ha dirigido 1.000 conciertos en sus 36 años de trayectoria artística, pedagógica y académica dentro y fuera del país. Posee el título como Máster en Bellas Artes, especializado en Dirección de Orquesta Sinfónica y Ópera, que lo obtuvo con honores en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú.
En ciencias, el galardón fue para Katya Romoleroux, con 25 años de vida docente e investigaciones de alcance internacional. Como botánica taxónoma ha descubierto y descrito 11 especies de plantas nuevas.
El premio se otorga en el día de la Cultura en Ecuador, que se celebra cada 9 de agosto. Los trabajadores del arte y la cultura esperan que el Premio Eugenio Espejo sea, en efecto, el reconocimiento a su trayectoria y no la última esperanza de un artista.
Artistas visuales, escénicos, de la danza, restauradores patrimoniales, así como gestores culturales han criticado la falta de políticas públicas para fortalecer al sector que, con las desfavorables circunstancias del confinamiento por el COVID-19, revelaron la fragilidad, vulnerabilidad y precariedad del sector.
En cifras, en el primer estudio sobre la situación de la cultura en el país, realizado por el Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura, revela que 7 de cada 10 trabajadores de la cultura ya se encontraban en una peor situación que la de hace tres años. Esto, debido a que el ingreso promedio mensual de 1 de cada 3 trabajadores del arte es inferior al salario básico unificado (al momento en $400).
El estudio detalla que la mitad de trabajadores encuestados no tiene un sistema de seguro médico (ni público, ni privado) y que la mayoría no dispone de ahorros por sus limitaciones de ingresos y solo la mitad de trabajadores tiene ingresos mensuales.
Además, desde el sector audiovisual, criticaron la fusión del Instituto de Cine y Creación Audiovisual (ICCA) con el Instituto de Fomento a las Artes, Innovación y Creatividad (IFAIC), en una sola entidad. Cineastas calificaron de una regresión en derechos esta acción del Gobierno.
En esta edición, se duplicó el número de postulaciones para el Premio Eugenio Espejo. Muchos artistas esperan encontrar, con este premio, la estabilidad para vivir finalmente del arte que trabajaron por tanto años.
Los ganadores recibirán una medalla, diploma y la suma de $10.000. Además, cada uno de los galardonados recibirá una pensión vitalicia mensual fijada en cinco salarios básicos unificados para el trabajador en general.