Hay una búsqueda de balance y mixtura en el tema tributario, pero sí hay ciertas dudas en el Código de Trabajo donde se habla de la creación de empleo de cualquier manera sin importar la precarización, agregó.
Jacobo García, investigador y analista político, destacó que en el mensaje del presidente de la República, Guillermo Lasso, enviado la noche del jueves 23 de septiembre se muestra un lenguaje conciliador, donde se pone como carta de presentación el proceso de vacunación y el éxito que se tuvo en aquello para luego dar a conocer las medidas económicas y laborales.
Aseveró que el Gobierno trato de ganar tiempo para crear una cancha a su favor, es así que garantizó el no incremento del IVA y la creación de un impuesto a quienes ganan por encima de los USD2.000: “Por tanto no podemos decir que hay un plan neoliberal ortodoxo al 100%, tratan de ocupar un espacio de centro y de moderación”.
Alertó que con el discurso conciliador donde se habla de favorecer a las mayorías le permite al régimen, en caso de fracasar en el dialogo con algunos sectores sociales, que no hay voluntad de trabajar en conjunto, encajándolos en una minoría a radical que se opone, a lo que en teoría, es un bien común: “Es inteligente lo que ha hecho el Gobierno”.
“Hay comunicación predominantemente positiva, hemos vuelto al Ecuador del Encuentro en la parte final cuando se anuncia las medidas y se dice que hay la mano tendida para los diálogos”.
Manifestó que más allá del subsidio los combustibles, hay serie de dudas de que el plan económico dé resultados y es ahí donde se verá el movimiento de los actores, sin embargo indicó que por ahora ya se ve un visto rumbo y liderazgo, más allá de los cuestionamientos al Plan de Desarrollo.
Aunque puntualizó que en el mensaje del mandatario hay una búsqueda de balance y mixtura en el tema tributario, sí hay ciertas dudas en el Código de Trabajo paralelo que busca la creación de empleo por encima de cualquier derecho y precarizando la mano de obra. Además aclaró que no se puede garantizar a la ciudadanía que tiene empleo pleno que no será perjudicada con las reformas laborales, puesto que pueden ser sujetos a despidos y posteriormente contratados con el nuevo marco legal.
En todo caso, puntualizó que el lenguaje del régimen le pone a escoger a la ciudadanía, sobre todo a ese 70% desempleado, entre amoldar un nuevo Código o quedarse en el inmovilismo: “Se viene las disputas y a las fuerzas políticas les toca analizar lo que se viene”.