Es un momento complicado para el Presidente, sin respaldo político y con una mala calificación popular. Las herramientas para subsistir en el tiempo se le agotan, agregó.
El abogado Xavier Flores Aguirre señaló que luego de que la Corte Constitucional admitiera la solicitud de juicio político contra el presidente de la República, Guillermo Lasso, «muy seguramente el mandatario preferirá llamar a muerte cruzada a dejarse tumbar por asambleístas que dice despreciar».
Así, Flores indicó que en su condición de banquero, Lasso pensará que tiene aire para seguir en el cargo y buscará subsistir el tiempo que le resta amparado en la muerte cruzada. De ahí que descartó la posible renuncia del mandatario porque implicaría un acto de dignidad muy elevado para su terquedad.
“Él no estará conforme con la idea de que la Asamblea ponga fin a su periodo, él va a querer tener la última palabra”.
Puntualizó que la guerra no terminaría ahí, porque el Legislativo muy seguramente impugnará a la muerte cruzada por falta de motivación, pues no hay conmoción interna y crisis política. “Seguramente tendrá 137 demandas diciendo que ha malinterpretado la causal para destituir a los asambleístas. Será un escenario interesante”.
Juicio político
El abogado Xavier Flores indicó que en Ecuador solo se ha concretado un juicio político, que ha llegado a término y concluyó con la destitución de Martínez Mera en 1933, un liberal de origen guayaquileño.
“Lasso podría ser la segunda persona que como consecuencia de mala gestión tenga la pérdida de confianza”.
Enfatizó en que Lasso es el Presidente peor puntuado de América Latina con el 17% de aprobación a su gestión. Eso sumado a su decisión de romper puentes con sus aliados de derecha y la falta de confianza de la población evidenciada en los resultados de la consulta popular.
“Es un momento complicado para el Presidente, sin respaldo político y con una mala calificación popular. Las herramientas para subsistir en el tiempo se le agotan, pienso que tiene las horas contadas”.
Flores aseveró que como en todas las administraciones, muy seguramente se verá al hombre del maletín pasear por los pasillos del Parlamento.