Editorial de Radio Pichincha
Desde Washington, prevalida de la protección gringa, la enjuiciada política. La ex ministra de gobierno, María Paula Romo, ha puesto una amenaza al presidente electo, Daniel Noboa. Lo mismo hacen desde acá, con el mismo libreto, los medios y periodistas de la derecha, con sus intereses muy bien claros y con la actitud más anti democrática.
¿Cuál es la amenaza? Que no aceptarían ningún acuerdo de Noboa con el bloque legislativo de la Revolución Ciudadana. Lo mismo hicieron con don Guillermo cuando se reunieron con Rafael Correa, Jaime Nebot y el entonces presidente electo en mayo de 2021. Y las consecuencias ya sabemos. Incluso, parte de esas consecuencias es la Muerte Cruzada. Por no aceptar un acuerdo de gobernabilidad y hacer caso a la Mafia Mediática se sometió a todos los poderes fácticos en contra de todo sentido común del diálogo, del acuerdo, de la gobernanza en función de las fuerzas políticas mayoritarias que recibieron el respaldo popular.
Los que más hablan de la tolerancia, de llegar acuerdos y de gobernar en función de las mayorías, son los que torpedean todo pacto para aprobar leyes y darle gobernabilidad a un gobierno de apenas de 16 meses. Son los mismos que se proclaman la SUMA AUTORIDAD DE LA MORAL Y DE LA DEMOCRACIA. Pero si escuchamos a Romo, a los Vera, a los Pelagatos y toda esa jauría de odiadores entonces se entiende qué quieren: lo mismo que hicieron con Lasso: someterlo a sus intereses, a sus odios y al final, también, a sus negocios.
Y las primeras señales del impacto de esa arremetida mafiosa ya la tenemos a la mano: el presidente electo pide una investigación fiscal contra su rival en segunda vuelta, asegura que no apoyará un juicio político contra la señora Diana Salazar y sus primeras reuniones son en EE.UU. y con los agentes económicos para pedir un préstamo “puente” pues quiere ser reelegido en el 2025.
¿Hay mejor muestra de que la continuidad está en marcha? ¿De que la derecha ofrece de todo en las elecciones y hace todo lo contrario en el gobierno?
Pues para eso estamos ahora los ecuatorianos y ecuatorianas: para que las mafias ordenen la vida democrática y sus capos, la Romo y los Vera, se encarguen de anular la voluntad popular. PUNTO