La hidroeléctrica podría quedar fuera de servicio, si se afectan la obras de captación de agua.
Punto Noticias. Las obras de captación de la Central Hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, que enfrenta un riesgo inminente por la erosión regresiva y lateral del río Coca, están valoradas en alrededor de USD 400 millones.
Contratada con la estatal Seguros Sucre, las centrales hidroeléctricas de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) tienen cobertura con una póliza de todo riesgo. Pero los daños que pueda causar la erosión a la central no están cubiertos por esa póliza, advirtió la Celec.
Esta situación guarda concordancia con lo establecido en el Art. 693 del Código de Comercio, que establece que un “riesgo asegurable es el evento incierto, que no depende exclusivamente de la voluntad del solicitante, asegurado o beneficiario, ni la del asegurador, y cuyo acaecimiento hace exigible la obligación del asegurador”, explicó la Corporación.
La aseguradora considera que “el evento natural de la erosión regresiva dejó de ser un evento incierto para convertirse en una potencial materialización del riesgo, según Celec.
Los eventos que se producen de manera progresiva, como erosión, corrosión y otros, generalmente, no cuentan con cobertura en una póliza de daños, porque son previsibles, indicó Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros.
Hasta el 1 de agosto de este año estará vigente la cobertura de Sucre, registrada en julio del 2020. La póliza, que cubre a 17 centrales hidroeléctricas y a una eólica, tiene un costo de USD 26,1 millones.
La aprobación del nuevo proceso de contratación de los seguros, que será llevada al Directorio, tomará dos meses, según el gerente de Celec, Gonzalo Uquillas.
No se sabe si las aseguradoras estarán dispuestas a poner dentro de su cobertura protecciones de los activos de Celec, a sabiendas de que hay un problema muy serio, como es el proceso erosivo, alertó.
Este fenómeno natural, que inició en febrero del 2020, con el colapso de la cascada San Rafael, ubicada en el límite de Napo y Sucumbíos, avanza aguas arriba de forma acelerada, desde mayo pasado.
El socavón de la erosión está a 8,9 kilómetros de distancia de las obras de captación de la central, cuya función es desviar el agua del río hasta el túnel y las turbinas de la central.
Si la infraestructura es afectada, saldría de operación la hidroeléctrica más grande y costosa del país, porque se quedaría sin el recurso hídrico. Actualmente, la planta abastece un 25% de la demanda de energía del país.
El lucro cesante, es decir, el valor que dejaría de percibir el país por la falta de esa energía renovable y barata, es otro costo que tendrá que asumir el país.
Ecuador se vería en la necesidad de usar energía térmica, que requiere combustible y petróleo, frente a la eventual salida de Coca-Codo. Eso hace que su costo de generación sea más caro. Producir energía renovable cuesta USD 0,04 el kilovatio y la térmica, 0,12.
En alrededor de USD 3.000 millones está valorada la central, compuesta por las obras de captación, un túnel de conducción de agua y la casa de máquinas. “No está prevista una afectación del túnel y la casa de máquinas, que están dentro de la montaña, en una zona de roca dura”, señaló Uquillas.
En cambio, según estudios del ex-Inecel, las obras de captación estarían sobre sedimentos que pueden ser arrastrados fácilmente por la erosión, explica el geotécnico Luis Torres, quien fue parte de la junta formada para analizar la erosión del río Coca.
Los informes incluyen reportes de perforaciones, que evidenciaron que el material suelto llega a 200 metros de profundidad en esa área, dijo Torres. “La probabilidad de hallar roca dura es muy baja”.
Agregó que la central nunca contó con un estudio de vulnerabilidad y riesgos y considera que la mejor opción es analizar una reubicación de las obras de captación.
El director de la Corporación para la Investigación Energética, Alfredo Mena, coincidió en que la zona donde se reactivó la erosión, en mayo pasado, está compuesta por materiales débiles, pero tiene una visión más optimista. “Hay otras opiniones de técnicos que señalan que se quedará en el sitio donde está ahora por un tiempo, lo que daría plazo para levantar obras de protección”.
La Celec estima que esas obras costarían USD 120 millones y tomarían dos años.
Otra alternativa es reubicar las obras de captación. El costo, que también tendrá que ser asumido por el Estado, aún está por determinarse, dijo Uquillas. La Celec está levantando los estudios de esta opción.
Fuente: El Comercio.