Las autoridades costarricenses permitirán que las personas del mismo sexo puedan casarse a partir del 26 de mayo de 2020. Así lo estipula un fallo de la Sala Constitucional que fue publicado en La Gaceta.
Tras una fuerte discusión judicial que pasó por diferentes tribunales y se convirtió en uno de los temas de debate previo a las elecciones presidenciales de este año, se consolida los derechos que deben ser reconocidos, aunque la letra de las leyes deberán adaptarse para que pueda ser efectiva la ley de matrimonio igualitario.
El pago de impuestos compartidos, el cuidado y beneficios de salud, licencia de maternidad y paternidad, el seguro de salud, la compensación laboral, el divorcio y la repartición de bienes, así como el derecho a la herencia son algunos de los temas que deberán corregirse para que la ley sea plena.
El trabajo de los diputados se encontrará en el Parlamento con el escollo de la nueva bancada fundamentalista cristiana, que aprovechará la oposición a esta normativa de manera demagoga.
Todavía debe resolverse qué apellido utilizarían en caso de adopción de un menor por parte de una pareja del mismo sexo y cómo aplicar la ley de penalización de violencia contra las mujeres.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ya había instado al gobierno anterior el reconocimiento de todos los derechos de las personas del mismo sexo que desearan casarse al centrarse en la orientación sexual por encima del género de los individuos.
“Tenemos claro que se inicia la cuenta regresiva para la aplicación de la igualdad real de los ciudadanos y de los derechos humanos en el país y que es un día histórico”, manifestó el representante del Frente por los Derechos Igualitarios, Giovanny Delgado.