Enrique Peña Nieto, el presidente mexicano, quiere dejar atados algunos negocios antes de cederle el mando a Andrés Manuel López Obrador. Si bien su mandato concluye en noviembre, antes de irse, se apresuró a firmar un nuevo tratado de libre comercio con los Estados Unidos y a la espera de que Canadá también se sume.
Donald Trump, el hombre fuerte de la economía global, exigió que se reformulara el Tratado que regía entre los tres países de América del Norte y que el presidente estadounidense consideraba poco beneficioso para su país.
“Es un gran día para el comercio. Es un gran día para nuestro país”, manifestó Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca. “Veremos si Canadá puede ser parte del trato (…) Podemos hacer un acuerdo por separado o unirlos a este”, dijo Trump, para quien incluso es posible rebautizar el acuerdo.
“Le expresé la importancia de su reincorporación al proceso, con la finalidad de concluir una negociación trilateral esta misma semana”, tuiteó el mexicano sobre las negociaciones con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
“Creo que vamos a darle una oportunidad”, dijo Trump en referencia al mandatario canadiense, con el que mantiene diferencias importantes desde la última cumbre del G7.
“Vamos a continuar trabajando para modernizar el Nafta. Solo firmaremos un nuevo Nafta si es bueno para Canadá y bueno para la clase media”, advirtieron desde el gobierno de Canadá.
El Nafta es el acuerdo comercial más grande del mundo y está vigente desde 1994, logrando que se cuadriplicara el comercio entre los tres países.
El apuro por sellar un nuevo acuerdo tiene que ver con la salida de Peña Nieto del poder en México, pero también con las elecciones de medio término en Estados Unidos, que podrían significar el desembarco de más demócratas en el Parlamento norteamericano y complicar las mayorías que mantiene Trump.