La Cartera de Estado informa que Hidrotambo incumplió varias resoluciones, como la presentación de estudios y rediseños requeridos, reconstrucción de obras de captación, conducción y regulación de caudales, entre otros.
Punto Noticias. Después de casi 20 años de lucha de las 140 comunidades de la cuenca del río Dulcepamba, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) notificó el martes 30 de mayo de 2023 de la reversión de la autorización de aprovechamiento de aguas concedida a la empresa hidroeléctrica privada Hidrotambo S.A. del Ecuador.
Esta es la primera vez en la historia de Ecuador que el gobierno retira la autorización de aprovechamiento de aguas otorgada a una central hidroeléctrica en operación.
En la resolución, se señala que la compañía Hidrotambo incumplió con la resolución administrativa No. 2018-008 emitida por la Autoridad del Agua en 2019, específicamente con la presentación de estudios y rediseños requeridos; con la reconstrucción de las obras de captación, conducción y regulación de caudales; y, con la instalación de una estación hidrométrica.
Citan el informe del Centro Nacional de Control de la Energía (CENACE) que señala que la hidroeléctrica no ha respetado las condiciones de su autorización de agua al seguir utilizando el recurso hídrico en los meses de agosto, septiembre y octubre de cada año, meses en los cuales no tenía autorización de captar ni una sola gota de agua; y, que tampoco ha respetado el caudal ecológico mínimo requerido de 1.46 metros cúbicos por segundo.
Por todos los incumplimientos, de acuerdo a lo que establece la Ley Orgánica de Recursos Hídricos, Usos, y Aprovechamiento del Agua, el MAATE revirtió la autorización.
La resolución señala que los caudales antes autorizados a la empresa hidroeléctrica ahora estarán disponibles para usuarios de mayor prioridad, como las comunidades campesinas e indígenas de la cuenca del río Dulcepamba, para adjudicación para consumo humano, abrevadero de animales y riego que sustenta la soberanía alimentaria.
Vulneración de derechos
Durante los últimos ocho años, cada temporada de lluvias, la comunidad de San Pablo de Amalí ha reclamado que vive en permanente peligro por el desvío del río hacia la comunidad realizado por Hidrotambo y la orientación de sus obras de evacuación de excesos de agua y escombros también hacia la comunidad.
En 2019, el Estado ordenó a la empresa rediseñar sus obras de captación para evitar que se repitan las devastadoras erosiones e inundaciones que, desde 2015, tiene San Pablo de Amalí casi cada año. Pero no ha cumplido.
Los desastres provocaron la muerte de dos mujeres y un niño y han arrasado con más de una docena de viviendas y 33 fincas familiares. Además de la devastación de la única carretera que comunica la comunidad de San Pablo de Amalí con la parroquia San José del Tambo durante seis inviernos en los últimos ocho años.