Punto Noticias.- Hay consenso, en la legislatura, para que comparezca el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, a explicar sobre las denuncias de que el Ejército ecuatoriano fue sobornado para mover droga, desde la frontera con Colombia.
El narcotraficante Jorge Cifuentes, nexo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, hoy testigo protegido, declaró, en la corte de Nueva York, en el juicio contra “El Chapo”, que pagó al capitán Telmo Castro Donoso, militar ecuatoriano, 100 dólares por cada kilo de droga que cruzaba la frontera.
La legisladora Ana Belén Marín, de Alianza PAIS, vicepresidenta de la Comisión de Soberanía y Relaciones Internacionales, considera fundamental que se esclarezca esta denuncia.
Para el asambleísta Fabricio Villamar, de CREO, es ingenuo pensar que un solo hombre, de las Fuerzas Armadas, tenía contacto con El Chapo Guzmán y nadie más conocía del asunto.
Los asambleístas del derechista Partidos Social Cristiano acusan al gobierno de Correa de, con sus acciones como el retiro de la base militar estadounidense de Manta, permitir que la guerrilla y el narcotráfico penetrarán en instituciones como las Fuerzas Armadas, como señala Paola Vintimilla.
El asambleísta Mauricio Proaño (correísta) no cree que el gobierno anterior haya sido permisivo con la guerrilla y el narcotráfico; está de acuerdo con que si se comprueba que militares están involucrados en narcotráfico deben ser sancionados.
En un comunicado, el Comando del Ejército ecuatoriano aclaró que el tal Telmo Castro dejó de ser miembro de la milicia, desde julio de 2009, cuando pidió la disponibilidad. En octubre de ese mismo año fue detenido durante el operativo antinarcóticos “Aniversario”, cuando transportaba 500 kilos de cocaína, en un camión disfrazado de vehículo del Ejército, con logotipos falsos para evitar los controles.
El ejército colaboró con las entidades correspondientes, como es su responsabilidad, señala el documento.