Además, aseveraron que, detrás de las manifestaciones, está la mano del narcotráfico y del crimen organizado.
Los ministros del Interior, Patricio Carrillo, y de Defensa, Luis Lara, comparecieron ante el Pleno de la Asamblea Nacional para informar sobre los operativos que se han desarrollado para repeler las manifestaciones y movilizaciones, en el contexto del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) y otras organizaciones sociales.
Comparecencia Ministro del Interior
En primera instancia, compareció Patricio Carrillo, Ministro del Interior, quien aseguró que la respuesta a las movilizaciones únicamente se trató de operativos para repeler las acciones de violencia que se presentaron en el paro.
Según Carrillo, se cumplieron todos los protocolos previstos en la legislación nacional y la normativa de derechos humanos, con el uso legítimo, progresivo, necesario y humano de la fuerza.
Además, detalló que en las manifestaciones no se autorizó que se controlen las protestas con armas de fuego letales y acotó que las acusaciones sobre lesiones de perdigones no corresponden al accionar de la Policía Nacional.
“Nosotros pudimos constatar que no se entregó y no existe en el rastrillo de la Policía este tipo de munición, podemos demostrar que no ha existido ninguna autorización en este sentido”.
Por otra parte, Carrillo alertó que, hasta el momento, 212 agentes han sido heridos por armas de fuego o armas artesanales, por lo cual se deberían determinar responsabilidades con los organizadores de protestas.
Comparecencia Ministro de Defensa
El ministro de Defensa, Luis Lara, coincidió con lo expuesto por Carrillo y recalcó que las Fuerzas Armadas actuaron sobre la base de lo dispuesto en la Constitución, la ley y los instrumentos internacionales de derechos humanos para proteger a los ecuatorianos.
También reiteró que no se usó armamento letal y, en todo momento, se protegieron los derechos humanos.
Por otra parte, Lara manifestó que existe preocupación por el crecimiento de la violencia y la manipulación de la protesta social, ya que existirían grupos armados, crimen organizado, bandas delincuenciales y la mano del narcotráfico en las protestas.
“Tenemos información reservada que detrás de esa violencia extrema está la mano del narcotráfico y la delincuencia organizada, empeñados en atacar a nuestra paz. A medida que en el país se intensificó el combate contra el narcotráfico y el control de las fronteras, estos grupos criminales intentaron imponer en el Ecuador una ola de terror como lo han hecho otras naciones de la región”, añadió.
Dentro de este contexto, Lara recalcó que “en ningún momento se intentó criminalizar la actuación de quienes de manera legítima utilizan sus derechos constitucionales para ejercer la protesta social”, pero existiría evidencia de que también existe extrema violencia, el uso de armas de fuego con perdigones, de bombas incendiarias y de explosivos.