Luego de varias dilaciones de su juicio, se espera que la audiencia por presunto ataque a la integridad de sistemas informáticos se realice del 19 al 21 de enero de 2022.
Punto Noticias. En abril de 2019 inició “la pesadilla” de programador sueco, Ola Bini y es a tercera Navidad que pasa sin tener una audiencia, sin que se garanticen sus derechos y con una cadena de más de 100 violaciones al proceso que enfrenta en la justicia ecuatoriana.
“Tercera Navidad en esta pesadilla. Empeora cada año. El aislamiento no es tan fácil”, escribió el programador en su cuenta de Twitter.
La audiencia de juicio por presunto ataque a la integridad de sistemas informáticos está fijada para que se realice del 19 al 21 de enero de 2022. Esto, luego de innumerables dilaciones del proceso.
Bini deberá acudir ante el Tribunal integrado por los jueces Pablo Coello (ponente), Fanny Altamirano y Milton Maroto.
En octubre se intentó instalar la audiencia por varias ocasiones, pero ninguna tuvo éxito por diferentes razones. Tras la última postergación, Bini dijo que después de tantas demoras, al menos esperaba poder demostrar su inocencia. “Pero como de costumbre, al sistema judicial de Ecuador no le importa la justicia”.
“He estado diciendo durante mucho tiempo que sabía que ocurrirían nuevas violaciones de mis derechos; la única pregunta sería qué violaciones ocurrirían. Ahora sabemos. Dos días antes de la audiencia, ha sido suspendida”, reprochó el programador.
Las violaciones a sus derechos, desde su detención y reclusión por 70 días en una prisión, están registradas en varias informes que han realizado organizaciones nacionales e internacionales. Por ejemplo, el informe “La persecución de la comunidad de seguridad informática en América Latina” publicado por Access Now (organización global dedicada a la lucha por la vigencia de los derechos humanos en el ámbito digital), que se basa en investigaciones y análisis de la Clínica de Ciberderecho de la Universidad de Harvard, revela que quienes trabajan y aportan en la seguridad digital son considerados como una amenaza y son criminalizados, en la mayoría de ocasiones, utilizando el aparato gubernamental para ese propósito.
Sobre Ecuador, señalaron que es un ejemplo de persecución la situación del informático sueco Ola Bini, quien enfrenta un proceso judicial desde abril del 2019.
El informe advierte que la legislación ecuatoriana relacionada con la seguridad informática posee un lenguaje demasiado amplio y vago, que no permite la caracterización específica de un delito; por tanto, el tipo penal queda sujeto a interpretaciones, lo cual representa una amenaza y deja abierta la posibilidad del uso de la ley para criminalizar.