Apareció sin vida en Curumau, la zona oeste de Rio de Janeiro, Alexandre Pereira Maria, quien trabajaba como asesor del concejal Marcello Siciliano y había declarado la semana pasada como testigo del asesinato de la concejala acribillada a balazos, Marielle Franco.
Pereira Maria fue encontrado en su vehículo, también con signos de haberse sido asesinado a balazos.
Conocido en la comunidad por trasladar las necesidades de la población hasta el parlamentario para el que trabajaba como enlace comunitario. Según los testigos, uno de los sicarios dijo antes de abatirlo “a este hay que callarle la boca”.
A Marielle Franco balas policiales le arrebataron la vida el 14 de marzo mientras transitaba las calles de Rio de Janeiro arriba de su vehículo. Junto a la concejala del Partido Socialismo y Libertad, también murió el chofer Anderson Gomes.
Desde entonces actos y marchas se han sucedido en la Cidade Maravilhosa por el reconocimiento y respeto ganado por la joven concejal que había dedicado sus mayores esfuerzos por la población más pobre de la ciudad y en defensa de los derechos de las mujeres, los afrodescendientes y las minorías sexuales.