Los vendedores víctimas de la delincuencia han decidido armarse con cuchillos para enfrentarse a los grupos delincuenciales
En Quito, la delincuencia va en aumento (con cifras superiores al 32% en índices de robo, y un incremento de las muertes violentas), la ciudadanía muestra su preocupación ante las noticias que circulan día a día en redes sociales donde se pone en evidencia prácticas delictivas poco antes vistas en la urbe. Así, en días recientes en el centro comercial El Tejar, se dio a conocer como delincuentes armados con cuchillos y machetes intentan extorsionar a los vendedores del lugar.
Los antisociales amedrentan a los comerciantes para que estos les paguen una cuota, conocida como “vacuna”, práctica vista en países como Colombia, El Salvador y diversas zonas de centro América, donde grupos organizados como pandillas ganan territorio frente a la inoperancia de las autoridades y controlan territorios comerciales extorsionando a sus habitantes.
Los vendedores de este populoso sector del centro de la ciudad aseguran que los sujetos, quienes llegaron al centro comercial en enero, mediante amenazas ya han logrado cobrar varias “vacunas”.
Los delincuentes, que portan cuchillos y machetes, a través del miedo y la intimidación, han querido instaurar su dominio por zonas, afirman los moradores, quienes han tenido que enfrentarse a estos individuos al no contar con el apoyo policial.
Por ejemplo, el pasado 19 de mayo se produjo una pelea entre dos grupos de personas con cuchillos, palos y machetes en uno de los pisos del edificio. Los grupos enfrentados eran vendedores cansados de las extorsiones de estos grupos criminales.
Sin embargo, para los vecinos de la zona, ese hecho no es el único que se suscita dentro del centro comercial o en los alrededores. Ellos explican que esto se da desde hace semanas atrás, pero que en esta ocasión se pudieron grabar vídeos que rápidamente se viralizaron en redes sociales y provocaron la indignación del resto de la población quiteña que reclama más acciones por parte de las autoridades municipales y policiales.
Ante estos reclamos, Patricio Vargas, subcomandante del Distrito Manuela Sáenz explicó que ya se adoptaron medidas para controlar la situación y que para ellos se ejecutan continuos patrullajes dentro y fuera del centro comercial, ya que los delincuentes no solo amenazan la seguridad de los comerciantes sino también de sus clientes, a quienes los ahuyentan y provocan que los vendedores tengan grandes pérdidas día a día.
Redacción Ángel Cóndor