Estas declaraciones las dio a propósito del programa bilateral de vigilancia aero-marítima que según el exembajador de Ecuador en EEUU, Francisco Carrión, fue motivo de su renuncia al cargo.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, lamentó el intercambio de opiniones que surgió entre el secretario de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán y el exembajador de Ecuador en EEUU, Francisco Carrión, en ese sentido insistió en que fue el Jefe de Estado, Lenín Moreno, quien le pidió la renuncia al exdiplomático el pasado lunes, a través de Cancillería: “Y horas después Francisco presentó su renuncia.
Reconoció que el programa bilateral de vigilancia aero-marítima era de preocupación de Carrión por lo que tuvo varias conversaciones al respecto: “Y yo le dije es tu opinión sobre la dimensión que tiene el programa, yo que soy parte del gabinete de seguridad lo conozco y sé que es beneficioso y no creo que haya un conflicto respecto a un problema internacional”.
Explicó que dicho programa permite la ayuda de un aparato tecnológico que el país no tiene por el costo que representa: “Es un radar para supervisar el mar donde se producen gran cantidad de delitos, tráfico de personas, de estupefacientes”.
En entrevista con radio Sucesos, Romo resaltó que vigilar el espacio marítimo del Ecuador y controlar el narcotráfico no es agenda de EEUU sino de Ecuador y por tanto no es un tema impuesto por el país gobernado por Donald Trump, incluso agregó que hay varios convenios de cooperación que se están retomando.
“Para el Gobierno ceder soberanía no es cooperar, para el gobierno ceder soberanía es dejar que el espacio aéreo y marítimo sea para los narcotraficantes”.
Además informó que el radar es controlado por personal de la policía y fuerzas armadas del Ecuador, y que asimismo las incautaciones y las aprehensiones se hacen bajo las normas del país.
En ese contexto señaló que ya se hay una persona que reemplace a Carrión pero que no se puede dar a conocer el nombre hasta que Estados Unidos no dé su beneplácito.