El gobierno haitiano critica a parte de la oposición que se niega al diálogo para distender la situación tras cuatro jornadas consecutivas de huelga general y una decena de muertos durante la represión policial.
Las movilizaciones se fueron haciendo cada vez más nutridas exigiendo que se persiga a los culpables por el desvío de fondos que recibieron las autoridades haitianas para obras y materias primas de parte de PetroCaribe y que terminaron en la corrupción.
Se trata de casi 3800 millones de dólares, según quienes se manifiestan, lo que da una idea de la magnitud de la protesta.
Desde el gobierno rechazan la exigencia de renuncia del presidente Jovenel Moïse y acusan a los opositores de no proponer nada, “solo la partida del presidente”.
Fruto de las movilizaciones, el presidente designó a un nuevo primer ministro, Jean Henry Céant, quien tampoco ha logrado formalizar un diálogo fructífero, que siguió convocando en los medios de comunicación.
La actual administración tiene entre sus partidarios a funcionarios investigados por el escandaloso desvío de fondos de PetroCaribe, lo que resulta inaceptable para los opositores, quienes exigen un gobierno de transición que reemplace a la actual cúpula dirigencial.