Punto Noticias.- El gobierno de Lenin Moreno no tiene otra salida, para enfrentar el problema de iliquidez, que pactar con el Fondo Monetario Internacional, en opinión del legislador socialcristiano César Rohón.
Como todos los políticos de derecha, cree que el acuerdo con el FMI podría ser el primer paso para que el régimen gubernamental tome las decisiones adecuadas para encaminar a Ecuador al desarrollo económico.
Reconoce que el FMI exigirá una serie de condiciones para desembolsar créditos; pero, asimismo, considera que son acciones necesarias para poner en orden la economía.
A criterio de Pabel Muñoz, legislador de la Revolución Ciudadana, un acuerdo con el FMI es inconveniente, porque significará despidos masivos, disminución de la inversión pública para obras necesarias, aumento de impuesto; en fin, un paquetazo económico.
La propia legisladora de gobierno Ximena Peña advierte que no se puede permitir que el Ejecutivo suscriba un acuerdo que signifique, por ejemplo, restringir más la inversión en el área social.
Los dirigentes de las centrales sindicales, que conforman el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), rechazan un acuerdo con el FMI, porque creen que la receta será privatizar las empresas públicas rentables, el despido de los trabajadores, para achicar el tamaño del Estado y otras medidas similares, como señala José Villavicencio, presidente del FUT.
El gobierno nacional requiere de alrededor de nueve mil millones de dólares para cubrir la brecha que tiene el Presupuesto General del presente año.