Se plantea que a partir de la reforma los estudiantes tendrían que pagar los derechos de grado en las universidades públicas, por tanto ya no habrá gratuidad, agregó.
Cristina Bastidas, docente de la Universidad Central, especialista en políticas públicas, educación y participación ciudadana, hizo una alerta: las reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior que se tramitan en la Asamblea Nacional tienen un enfoque mercantilista y ponen en peligro la calidad de la universidad pública.
“Hay una serie de cambios que implican una desregulación de las universidades, el CES deja de garantizar los derechos de calidad y rendición de cuentas de las instituciones de educación superior”.
Manifestó que la privatización de la educación se viene advirtiendo desde los reglamentos de régimen académico, en los que se plantea desregular la creación de universidades y carreras, llamándolo simplificación de procesos, abriendo, de esta manera el regreso de las universidades de garaje, que ahora pueden crearse fácilmente en 20 o 30 días.
“El Estado deja de asumir la responsabilidad de garantizar la calidad educativa”.
Además cuestionó que la inversión no haya crecido, pese a la presión de los estudiantes que no consiguen cupo, sobre todo del decil más vulnerable, el mismo que termina pagando por una educación de baja calidad a fin de cumplir su sueño de obtener un título de tercer nivel.
ALERTAS
- Se plantea que a partir de la reforma los estudiantes tendrían que pagar los derechos de grado en las universidades públicas, por tanto ya no hay gratuidad.
- El carácter no lucrativo de las universidades privadas ya no es garantizado por el Consejo de Educación Superior (CES), solo se habla de una verificación.
- Se deja de exigir a las universidades que cumplan con su rendición de cuentas respecto a su labor investigativa, científica y de docencia
“Es una reforma que apunta a consolidar un sistema neoliberal”.
Planta docente
Cristina Bastidas aseveró que, según datos de la Senescyt, solo tres de cada 10 docentes tienen nombramiento y el resto tiene contrato, por lo que con la reforma se ahonda más esta problemática ya que se plantea un pago por horas mediante facturas, lo que disminuirá la investigación científica y la calidad educativa. “Los maestros buscarán trabajar en diferentes universidades, buscando sobrevivir”.
Brechas educativas
Bastidas detalló que solo el 15.5% del decil uno, el más vulnerable, accede a la universidad, mientras el decil 10 accede en un 60%, lo cual sigue siendo bajo.
Explicó que en general solo entre el 15% y 20% logra acceder a la educación superior pública. “Es difícil porque no hay inversión y vemos que son familias afectadas por la pobreza y vulnerabilidad, en un país donde el 70% de familias no tienen empleo pleno”.