La mesa técnica del COE de Morona entregó un informe donde señala que desde las faldas del Sangay, donde nace el río Volcán, hasta la confluencia con el río Upano habría unos 20 millones de metros cúbicos de material volcánico.
Punto Noticias.- La mesa técnica del COE de Morona convocó para este martes 22 de septiembre, a una reunión para evaluar la situación de los ríos Upano y Volcán, por la erupción del Sangay. Las autoridades de la provincia están preocupados ante los últimos acontecimientos.
Este lunes 21 de septiembre en la tarde, se presentó el último informe técnico del Municipio respecto a las condiciones físicas de los dos ríos y las modificaciones sufridas en estos 16 meses de la reactivación eruptiva.
Este informe describe que, hasta diciembre de 2019, entorno a los 25 kilómetros desde las faldas del Sangay, donde nace el río Volcán, hasta confluir con el Upano tenía 20 millones de metros cúbicos de material de arrastre como piedras, lahares, palizadas y otros.
Pero el cambio es radical, hoy suman 50 millones de metros cúbicos de material de arrastrado, a lo largo de los 40 kilómetros de distancia, entre el nacimiento de río Volcán y el puente del río Upano, ubicado a 500 metros de la ciudad de Macas.
Mientras que en La confluencia de los dos ríos, se creó una laguna, que tendría 2,7 millones de metros cúbicos de materiales acumulados, que llegan de las explosiones volcánicas.
El represamiento de esta confluencia proveniente de los lahares del flanco suroriental de la última fase eruptiva. El material acumulado que son las tres cuartas partes de las aguas del río Upano, han formado un embalse aguas arriba.
La sinuosidad del cauce del Upano, permite observar grandes bancos de arrastre de áridos y pétreos de dos y cinco hectáreas de extensión en sitios específicos; y con espesor mayor a tres metros lo que genera que el río cambie su cauce y que en estos días tenga poca agua.
Además, gran parte de la vegetación presente en el lecho del Upano fue llevada violentamente, por acción del agua en las grandes crecientes de los meses de abril, junio y agosto, principalmente.
Existía un bosque de árboles de arrayan en la misma zona de confluencia de los dos afluentes, hacia el sur, que ha desaparecido casi totalmente. Los que resistieron las crecidas quedaron cubiertos sus tres cuartas partes, su promedio de altura es de 15 a 20 metros.
Estas alteraciones de los cauces de los ríos, debido a la gran cantidad de ceniza y material volcánico, afectan directamente a la ecología, principalmente a los peces, explicó Franklin Galarza, alcalde de Morona.
Estas alertas preocupan a las autoridades de Morona, mañana analizarán en la reunión del COE.
Fuente: El Comercio