Jaime Guerrero reconoció que es muy difícil que las telefónicas firmen un contrato con un Gobierno que se va en tres meses.
Jaime Guerrero, exministro de Telecomunicaciones, indicó que para renovar el contrato con las telefónicas Movistar y Claro, el Gobierno tenía la obligación de hacer estudios para determinar las claúsulas que permiten la operación de ambas empresas.
El exfuncionario detalló que el Ministerio de Telecomunicaciones debió realizar un análisis para conocer cuáles serán los ingresos por facturación y utilidad de las telefónicas en los próximos 15 años y los posibles servicios a futuro, para llegar al valor de la concesión.
Jaime Guerrero recordó, por ejemplo, que para el contrato de 2008 se revisaron todos esos parámetros, así como los servicios a futuro, como era la transmisión de voz, datos, video e Internet.
“A pocos días de terminar el contrato no sabemos qué se negocia ni los parámetros o servicios. Tampoco conocemos qué valor se discute”, agregó.
Jaime Guerrero detalló que la negociación hace 15 años incluyó un valor de contado inicial, más uno indexado a la facturación, es decir por un total de USD 700 millones: “De lo que puedo entender se ha recaudado más”, mencionó.
Guerrero enfatizó que, para la renovación del contrato, el Estado debe verificar si las telefónicas cumplieron con el pago del valor indexado a la facturación, así como el pago de impuestos y el respeto a los contratos laborales.
“El contrato de 2008 tenía claúsulas previas para renovación de contrato”, alertó.
Entre los aspectos que se debería tomar en cuenta en el contrato, según Jaime Guerrero, constan los techos tarifarios, parámetros de calidad, cobertura, planes de expansión, frecuencia e incluir la protección de datos.
Pese a ello, el exministro mencionó que este contrato debería revisarse en el nuevo Gobierno pues a Guillermo Lasso le queda muy poco tiempo en la administración.