Los moradores de los 171 barrios que se quedaron sin el servicio, por un derrumbe en el canal que abastece del insumo, en la escombrera El Troje, vieron con alegría cómo poco a poco el servicio se restablecía a partir de las 03:00 de este viernes.
Es importante aclarar, sin embargo, que el abastecimiento del líquido todavía no llega hasta los barrios altos, como la Armenia, Los Pinos, Monjas Alto, La Gasca, entre otros, en donde continúa la entrega de agua a través de tanqueros. La excesiva demanda de agua por parte de la ciudadanía no ha permitido que suba esta a los sectores altos.
Según la información del municipio capitalino, a las 09:00 de ayer, el 50 por ciento de las zonas afectadas en el perímetro que va de Morán Valverde a Naciones Unidas, Conocoto y Tanda, ya tenía el servicio normal de agua potable y con el transcurrir de las horas avanzó a los otros sectores.
Mientras tanto, el alcalde Mauricio Rodas anunció que se iniciarán acciones en contra de la empresa que maneja los residuos de la escombrera. “Efectivamente se iniciaron las investigaciones que según el reporte preliminar se prevé que hubo una sobrecarga en el cubeto sur de la escombrera El Troje que desde marzo operaba una empresa privada en el lugar. La escombrera tiene cuatro cubetos y se saturó la tierra en uno de ellos y generó el deslizamiento de flujos lodos provocando la emergencia, si los datos se confirman se tomarán las acciones legales correspondientes, terminación unilateral del contrato, sanciones y responsabilidades. La escombrera tiene una capacidad de 3´430.0000 m3 y al momento se ha abarcado 1´700.000m3, es decir, todavía había capacidad disponible de un 50 por ciento”, advirtió Rodas.
La concejala Susana Castañeda (AP), del Directorio de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), a cargo de la escombrera, aseguró que en marzo el Directorio pidió un informe sobre el manejo de las tierras húmedas del Metro en la escombrera, y la respuesta fue que todo estaba bien, que se construirían muros de contención y colectores para ayudar a eliminar las filtraciones que pudiera haber.
“Si bien la Emgirs no operaba directamente la escombrera, porque contrató a una constructora privada, hay negligencia por parte de la fiscalización de la Emgirs. Ellos en un informe entregado hoy dicen que tenían capacidad de 4.000 m³ al día, pero recibían 10.000 m³. Eso sobrecargó los taludes”, según Castañeda.
La Emgirs informó que en ocho ocasiones habían advertido a la constructora sobre varios problemas, pero que era responsabilidad de la Emgirs vigilar. La Emgirs sostuvo que en el Estudio de Impacto Ambiental de la Dirección de Ambiente de Pichincha hubo una evaluación de riesgos, entre ellos “la presencia de un deslizamiento del material dispuesto”, de acuerdo a la concejal Castañeda.
Desde la tarde del viernes se normalizó el abastecimiento de agua potable en la ciudad, por lo que desde el lunes 11 de diciembre se retomarán las actividades normales, tanto en establecimientos educativos como entidades públicas.