De los 150 ecuatorianos viven en Líbano, siquiera 10 familias perdieron sus viviendas tras la explosión, además la onda expansiva alcanzó la casa del cónsul de Ecuador en Beirut.
Punto Noticias.- No hay reportes de daños personales o materiales a residentes ecuatorianos debido a las explosiones que el pasado martes 4 de agosto, sacudió a Beirut, la capital de Líbano, informó la Cancillería de Ecuador.
“Hasta el momento no se han reportado afectaciones personales o materiales de los compatriotas, pese a las fuertes explosiones de material químico almacenado en varias bodegas de un sector de la ciudad”, subrayó la entidad, este miércoles 5 de agosto, en sus redes sociales.
Se indicó que son 150 ecuatorianos, quienes residen en Líbano y que el Consulado Honorario del Ecuador en ese país, obtuvo instrucciones de activación vías de comunicación para la atención y protección a los coterráneos.
Esta Cancillería, a nombre del Estado ecuatoriano, dio a conocer su solidaridad con Líbano y los familiares de las víctimas mortales. Las autoridades de ese país, aseveran que las explosiones causaron la muerte de siquiera 100 ciudadanos y más de 4 000 heridos, Incluso 300.000 personas se quedaron sin hogar.
La versión del Consulado en Beirut.
De los 150 ecuatorianos viven en Líbano, siquiera 10 familias perdieron sus viviendas tras la explosión, además la onda expansiva alcanzó la casa del cónsul de Ecuador en Beirut.
La onda expansiva sacudió la casa del cónsul de Ecuador en Beirut, Karam Doumet Khouzami, a pesar de encontrarse a dos kilómetros de distancia, los vidrios de las ventanas rotas, las maderas de las ventanas, muebles, sillas, puertas destruidas. Por suerte él y su familia no estaban en el lugar.
El cónsul Doumet, comenta que 150 ecuatorianos viven el Líbano, en Beirut algunas casas de ecuatorianos tuvieron afectaciones. “Hasta el momento no registramos heridos, pero sí daños materiales, he llamado a varios ecuatorianos y están conmocionados”.
El testimonio de María José Harb, que es ecuatoriana libanesa y vive hace 7 años en Beirut, narra esos duros momentos que vivió. “Fue traumante, cuando estaba trabajando en casa sentí una vibración y quedé en blanco”.
Comenta que las calles en los exteriores del edificio donde vive, no hay mucho movimiento aunque está a 5 kilómetros de distancia de la explosión. Se huele a quemado y químicos.
María José indica que su padre fue testigo de la guerra en ese país en 1982, pero eso no se compara con lo ocurrido ayer.
Desde la embajada y consulado ecuatoriano, en Líbano continuarán en el monitoreo de la situación de los compatriotas, quienes aún no salen de la tragedia vivido por la enorme explosión sin precedentes en ese país.
Fuente: El Comercio, Ecuavisa