Editorial de Radio Pichincha
El asesinato de Fernando Villavicencio LO CONDENAMOS Y NOS SOLIDARIZAMOS CON LA SU FAMILIA, CON SU ESPOSA Y CON SUS HIJOS. Más allá de cualquier consideración política e ideológica, NINGÚN ASESINATO SE JUSTIFICA, NINGÚN CRIMEN RESUELVE LAS DIFERENCIAS Y LAS DISPUTAS.
Hemos tocado fondo. ¿Qué más esperamos?
Mientras no se esclarezca, mientras no haya una investigación a fondo, real, imparcial y técnica, dejemos de lado la sed de venganza y el veneno del odio. Aquí hay unos responsables indirectos y directos.
Por mucho tiempo, y a través de varios editoriales, hemos advertido que la Policía, la Inteligencia y el gobierno de don Guillermo no hace bien su trabajo en cuanto a seguridad e inteligencia. El horrendo crimen contra Fernando Villavicencio lo prueba. Se trataba de un candidato con, supuestamente, la mayor seguridad y con el mayor sigilo policial. Y ni eso sirvió a la hora de su asesinato. ¿Negligencia? ¿Complicidad? YA NO SABEMOS QUÉ DECIR.
A todo el país le cuesta y le duele lo que ha pasado. De verdad: un crimen así no puede quedar en la impunidad y tampoco en apresuramientos con fines electorales o menos aún para alentar nuevos crímenes.
Lo reiteramos: HEMOS TOCADO FONDO, PERO EL PRECIO ES MUY ALTO, DEMASIADO ALTO Y DEJA HERIDAS PROFUNDAS QUE TOMARA MUCHO TIEMPO CERRAR.
Por ahora, con el dolor que constituye para su familia, para sus amigos y allegados, hay que procesar para avanzar en una PACIFICACIÓN REAL, CONCRETA, QUE NOS DÉ SEGURIDAD Y UN MOTIVO PARA UNA RECONCILIACIÓN DEMOCRÁTICA.
Paz en la tumba de Fernando Villavicencio.