El cierre parcial del gobierno estadounidense ordenado por el presidente Donald Trump, arrancó ayer su tercera semana y parece seguir en punto muerto la disputa para obtener los fondos que quiere destinar a la continuación del muro fronterizo entre su país y México. El Congreso le niega los recursos y Trump amenaza con declarar la emergencia nacional para poder disponer de las partidas a su gusto y conseguir los 5 mil millones de dólares que necesita.
“Nos encontramos ante una emergencia nacional porque tenemos una emergencia nacional. Simplemente lean los periódicos. Tenemos una crisis de drogas en la frontera, de seres humanos siendo traficados en todo el mundo. Están arribando [a Estados Unidos]. Y tenemos una crisis absoluta, y de delincuentes y pandilleros que están arribando. Es un asunto de seguridad nacional. Es una emergencia nacional”, exclamaba el mandatario, citado por DemocracyNow!
Los congresistas del Partido Demócrata ya advirtieron que la utilización de la declaración de “emergencia nacional” sería ilegal y según el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff no tiene posibilidad de éxito. “Si Harry Truman no pudo nacionalizar la industria del acero en tiempos de guerra, este presidente no tiene el poder de declarar una emergencia y construir un muro de miles de millones de dólares en la frontera”, afirmó.
Ante la negativa de la oposición a avalar el muro de hormigón que quería instalar el presidente, Trump propuso cambiar los planes y realizar una barrera de acero como una concesión. A su vez volvió a reafirmar que serían los mexicanos quienes pagarían por el muro a través del Tratado firmado por Enrique Peña Nieto un día antes de su retirada del poder.
Las agencias federales suspendieron los aumentos salariales previstos y hay 800 mil empleados a los que se forzó a tomar licencia laboral o trabajan sin remuneración desde que se iniciara el cierre de gobierno.