Un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) da cuenta de la tragedia humanitaria que está viviendo Yemen, desde que en marzo de 2015 comenzaran los ataques contra la población civil por parte de la Coalición Internacional que lideran Arabia Saudí y los Estados Unidos.
En el país de la Península Arábiga han nacido más de tres millones de niños desde que comenzó la guerra, Meritxell Relaño, representante de Unicef en Yemen, explica “de estos tres millones de niños, un millón novecientos mil han nacido fuera de los hospitales. De estos que han nacido fuera de los hospitales, la mayoría han nacido sin ningún tipo de asistencia cualificada en el parto, con lo cual el riesgo de infecciones, de muerte, etc. aumenta enormemente”.
Una consecuencia directa de esto es que 25.000 niños mueren durante el parto o en el primer mes de vida cada año, añadió Relaño.
Yemen, a su vez, tiene graves problemas como la desnutrición, las enfermedades que proliferan al no contar con servicios básicos y las epidemias que asolan el territorio yemení, como el cólera.
“Aquellos (menores) que sobreviven probablemente llevarán las cicatrices físicas y psicológicas del conflicto por el resto de sus vidas”, recalcó la representante de Unicef.
El documento presentado por la entidad expone que son más de once millones, los niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria urgente. Más de la mitad de ellos no cuentan ni con acceso a agua potable, ni a saneamiento y casi dos millones ya tienen síntomas de desnutrición.
No solo la ayuda humanitaria no llega, sino que incluso se bombardea a las organizaciones que están trabajando en el terreno para paliar estas graves situaciones como Médicos Sin Fronteras, que sufrió ataques en hospitales y centros de salud.