Editorial de Radio Pichincha
Aunque el país no tiene nada que celebrar, ya que el 2023 será recordado como el año más violento de nuestra historia; sin duda, la Navidad se convierte en una de las fechas más esperadas del año, en la cual, la gran mayoría de ecuatorianos intenta conectar con sus familiares y seres queridos.
Para muchos es una fiesta religiosa, para otros un día más en el calendario, pero este tiempo sirve como una excusa perfecta para reunirse con la familia o amigos y, por un instante, desconectarse de la triste realidad que vive el país.
Lamentablemente, y por la difícil situación que atraviesa Ecuador, no todos pueden gozar de una cena navideña o de una simple reunión familiar, mucho menos pensar en un regalo; ya que, en el país, cinco millones de personas tienen que vivir y sobrevivir con menos de USD 3 al día y 2 millones con menos de USD 1.60. Es decir, casi la mitad de los ecuatorianos viven en un escenario de extrema pobreza.
Ellos atraviesan una situación sumamente crítica, la cual fue ignorada deliberadamente por los dos últimos gobiernos, quienes no hicieron nada para combatir esta cruda realidad y solo se dedicaron a llenarse los bolsillos, perseguir a sus adversarios y favorecer a las élites y a su círculo más cercano.
Además, descuidaron y destruyeron obras que favorecían a millones de personas de escasos recursos por simple odio político.
Ahora, estamos a pocos días de que el presidente Noboa cumpla su primer mes al frente de la nación y esperamos que pueda tomar los correctivos necesarios para que esta situación no se vuelva a repetir y que su equipo de trabajo se conduela de los siete millones de ecuatorianos que muchas veces no pueden comer más de una vez por día.
Con todo esto, no dejemos que la Navidad se convierta en una fiesta más, sino que intentemos ser más empáticos con las personas que no gozan de nuestros mismos privilegios y también aprovechemos este momento para la reconciliación y reunificación PUNTO