El decano de la USFQ solicitó apoyo para realizar investigaciones en pruebas moleculares.
Punto Noticias. Los representantes de universidades privadas del país aseguraron que todas las áreas de estas instituciones están volcadas en tratar de entender el virus del covid-19, desde el punto de vista microbiótico y así encontrar el genoma, con el fin de obtener información importante para enfrentar al coronavirus.
Los asambleístas de la Comisión del Derecho a la Salud escucharon el trabajo de la academia frente a la pandemia, que provocó una grave crisis sanitaria, económica y social, que golpea a toda la nación, en especial a los grupos más vulnerables.
Según el rector de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Carlos Montúfar, hay muchas universidades privadas certificadas para trabajar en sus laboratorios de investigación en pruebas moleculares (de diagnóstico rápido), que buscan adquirirlas localmente.
Aclaró que las pruebas rápidas, que utiliza el Sistema Nacional de Salud Pública y las clínicas privadas, no son moleculares, sino que tienen que ver con los anticuerpos que van desarrollando las personas.
Aspiran a desarrollar las pruebas moleculares de manera masiva y poder tener un mapeo importante de cómo se ha comportado el virus en el país, para lo que necesitan apoyo en la adquisición de equipos y poder realizar de 10 hasta 20 pruebas por hora.
A nivel mundial, señaló Montúfar, se han dado cuenta que es esencial conocer el estado de la población, cuántos casos han resultado positivos, cuántos no tienen síntomas, cuántos se encuentran en recuperación, los casos trágicos y en hospitalización. Sin datos no se puede saber lo que está pasando; por eso es importante trabajar en las pruebas.
Habló también de la importancia del apoyo psicológico, para lo cual la USFQ tiene una clínica de salud mental, abierta no solo para estudiantes, padres de familia y profesores, sino a la comunidad.
Destacó que lo primero que hicieron fue proteger a su comunidad estudiantil para evitar la propagación del Covid-19. Aseguró que trabajan en un plan de contingencia para aliviar su situación económica y postergar fechas de pagos. Además, que el aprendizaje continúa a través de plataforma virtual.
La doctora Mónica Tarapués, docente de la Universidad Central del Ecuador (UCE) y de la USFQ, alertó que la fase de investigación es esencial y necesaria. Sostuvo que en las condiciones en que llegó el Covid-19, difícilmente se ha podido realizar los ensayos clínicos.
Formuló varias recomendaciones sobre cómo llevar, por ejemplo, el consentimiento informado a pacientes o familiares; el registro de pacientes por unidades hospitalarias (colaboración de academia y otras instituciones bajo la rectoría de Ministerio de Salud Pública, tales como ARCSA, ACESS); registro de pacientes que han superado la enfermedad; y, el fortalecimiento de la farmacovigilancia, en las redes hospitalarias del Sistema Nacional de Salud.
Observó que los mensajes sobre medicamentos deben generar una buena comunicación y que estos deben ser claros y correctos, sin dar nombres. Recomendó que no hay que automedicarse, porque puede haber riesgo asociado. Advirtió que hay muchos medicamentos que están siendo mencionados en redes sociales, por lo que desvirtuó la veracidad de los mismos.
Fernando Cornejo, director del Programa de Psiquiatría de la Universidad UTE, contó que han trabajado con criterios técnicos, a través de médicos epidemiólogos, salubristas, microbiólogos, genetistas e inmunólogos, en la ayuda para la toma de decisiones con las autoridades nacionales.
Para este académico, lo primero que hay que hacer en salud mental es identificar el problema e ir generando respuestas. Hay que dar atención en salud mental a profesionales médicos que estén afectados por su trabajo.
Recomendó que se debe mantener por mucho más tiempo la cuarentena, sobre todo, para las personas vulnerables y de la tercera edad. Aconsejó gestionar la apertura de más laboratorios para la realización de pruebas moleculares o PCR, porque está comprobado que entre más pruebas se haga más rápido se puede controlar la pandemia.
A su criterio, el problema del virus radica en que en algunos casos resulta difícil su rastreo, porque tiene un período entre 5 a 10 días de incubación. Además, muchos de los casos podrían ser asintomático y en otros presentar síntomas leves o no presentar ninguno. Estos casos son las personas que podrían estar infectando de manera importante. Según estudios, destacó, este porcentaje podría estar entre el 30% y 50% de todos los contagiados.
Comentó que en Corea del Sur se realizan pruebas al azar, determinando en realidad qué personas están con el virus y solo así se podrían modificar las medidas de restricción de movilidad.
Fuente: Asamblea Nacional.