El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a sesenta y nueve personas en una manifestación pacífica contra las leyes de pases del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, se manifestó al respecto en un evento realizado la víspera. Allí dijo que es hora de que todas las naciones y las personas estén a la altura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reconoce la dignidad inherente y los derechos iguales e inalienables de toda la humanidad.
El diplomático portugués mostró su desprecio por el racismo y la intolerancia que continúan afectando a toda la humanidad. Guterres hizo referencia al exterminio que se está llevando adelante contra los musulmanes rohingyas en Myanmar, el resurgimiento del neonazismo y las ideas de extrema derecha que criminaliza a los refugiados y migrantes, mostrándolos como una amenaza.
“Todavía tenemos un largo camino por recorrer antes de que terminemos con las actitudes, las acciones y las prácticas discriminatorias que afectan nuestro mundo. Entonces, en este Día internacional, consideremos cómo podemos promover mejor la tolerancia, la inclusión y el respeto por la diversidad en todas las naciones y entre todas las comunidades”, dijo el titular de la ONU.
“Siempre debemos hacer frente a los líderes que difunden su visión tóxica de la superioridad racial, especialmente cuando la utilizan en un lenguaje desinfectado para denigrar a los migrantes y los extranjeros”, resaltó Guterres, luego de despreciar los mensajes de odio que no deben infectar a las nuevas generaciones.