Cuestiona por qué la policía decidió disparar al cráneo, a los ojos. “No sé si fue una estrategia para dejarnos ciegos o para marcarnos e identificarnos luego”, agregó
Punto Noticias. Jhajaira Urresta, quien perdió su ojo por impacto de una bomba lacrimógena, denunció en Punto Noticias que varios policías vigilan su casa y, ayer, a su padre “le dijeron una palabra grosera y que estaba muerto. Con esas palabras y una seña muy grotesca, mi padre les tomó fotografías e ingresó a la casa. Ellos (policías) seguían afuera”.
Reclamó que, si supuestamente el país se encuentra en un estado de austeridad y sin dinero, “aun así tienen dinero para el aeropolicial para sobrevolar mi casa, para la gasolina de los patrulleros y motos que están fuera de mi casa esperando que yo salga o que entre”.
Urresta participaba del cacerolazo en La Tola cuando recibió el impacto de la bomba lacrimógena a centímetros de su rostro, por parte de uno de los policías del GOM.
Le pide explicaciones a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, porque, dijo, ahora vive una persecución policial. “Ya fui afectada en octubre, tanto emocional como física y psicológicamente”, señaló Urresta, al cuestionar el objetivo de la policía al disparar apuntando al cráneo, a los ojos. “No sé si fue una estrategia para dejarnos ciegos o para marcarnos e identificarnos luego”.
Rechazó que las personas que han pedido sus ojos o hayan sido víctimas de la represión, ahora “hay un miedo de salir y seguir siendo perseguidos. No voy a callarme, a pesar de que lo quieren, no lo van a lograr. Mi objetivo de mi denuncia, dijo, es que no vuelva a repetirse”.
Considera que las respuestas de los voceros de gobierno son “fascistas y criminales”. Además, señaló que el diálogo del Gobierno actual “no existe por eso la violencia continúa”.
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