La ola de denuncias de abusos sexuales está haciendo mella en los medios de comunicación norteamericanos. La cadena de televisión CBS News suspendió a Charlie Rose, y los canales PBS y Bloomberg TV dejaron de emitir el programa “The Charlie Rose Show”, después de que ocho mujeres acusaron de acoso sexual al famoso presentador de televisión. Esto incluye, entre otras cosas, manosearlas, hacerles llamadas telefónicas lascivas y caminar desnudo o con una bata desatada frente a ellas.
El periódico The New York Times suspendió al destacado periodista de investigación Glenn Thrush después de que varias mujeres declararan en el sitio web Vox que Thrush las había tocado a la fuerza o las había besado sin consentimiento.
Pero los escándalos también han aparecido en el Congreso de los Estados Unidos. El congresista de Michigan John Conyers resolvió una denuncia de acoso sexual en 2015 mediante un acuerdo por 27.000 dólares con una mujer que alegó haber sido despedida de su plantel en Washington por haber rechazado sus insinuaciones sexuales. El representante Conyers es el principal demócrata en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Al mismo tiempo, una segunda mujer acusó al senador de Minnesota Al Franken de haberla manoseado, y declaró que le agarró las nalgas en la Feria Estatal de Minnesota en 2010, dos años después de que Franken fuera electo senador.
Pero no solamente son los legisladores ya elegidos, también los futuros. El candidato republicano al Senado de Alabama, Roy Moore, a pesar de que nueve mujeres lo acusaron de haberlas acosado o agredido sexualmente cuando eran adolescentes, sigue contando con el aval del gobierno. La revista The New Yorker informa que Moore fue expulsado de un centro comercial y de un centro deportivo de la Asociación Cristiana de Jóvenes, ubicados en Alabama, por haber acosado a adolescentes en reiteradas ocasiones, en algunos casos procurando tener sexo con ellas.
Con información de Democracy Now!