La necesidad de recursos hace que se busquen créditos también con China.
Punto Noticias.- El Gobierno se apura a estructurar un nuevo programa económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que el último acuerdo, firmado en marzo del 2019, se canceló hace casi cuatro meses.
Según Francisco Briones, director de la firma Perspectiva, la negociación con este organismo se basaría en definir el plazo para el cumplimiento de las metas económicas, que son la condición para acceder al financiamiento, tomando en cuenta que al Gobierno le quedan apenas nueve meses en el poder.
Para José Emilio Vásconez, docente de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), el Ecuador enfrenta tres escenarios, uno es firmar un acuerdo con metas de corto plazo. El segundo escenario es firmar un acuerdo de mediano plazo, con el instrumento conocido como Servicio Ampliado del FMI (SAF) que -a diferencia del Stand-by- incluye reformas estructurales. Solo una vez, el año pasado, el país concretó un acuerdo de este tipo.
El Gobierno esperaba recibir USD 4 200 millones hasta el 2021, siempre que se cumplieran metas de ajuste fiscal, monetarias y sociales, además de reformas fiscales, laborales y otros compromisos.
Según Vásconez, este es el escenario que debería cumplirse, puesto que el país requiere reformas estructurales y estas van a requerir más de nueve meses.
Es en este punto en el cual estaría el problema, porque el actual Gobierno tendría dificultades para firmar un plan de mediano plazo, a tres o cuatro años, con metas que no estarán en sus manos cumplir, sino del próximo Gobierno.
Augusto de la Torre, miembro del comité de asesores económicos del Gobierno, añadió que los mercados de bonos también esperan un programa de mediano plazo, con reformas estructurales, que garanticen que el país pondrá en orden sus finanzas y podrá honrar sus acreencias.
El acuerdo con el FMI es una de las condiciones que estableció el Gobierno para la renegociación de su deuda en bonos. Incluso, el pasado viernes 14 de agosto solicitó a los bonistas que acepten ampliar el plazo para el cierre de la renegociación hasta el 1 de septiembre, cuando inicialmente estaba previsto para el 20 de agosto. Sin un acuerdo con el FMI, el canje de los bonos no se puede concretar.
Con este panorama, Briones consideró necesario que los precandidatos a la Presidencia a la República den a conocer su postura sobre este tema.
Un tercer escenario, quizá el menos probable, es que el Gobierno acceda a un nuevo instrumento de financiamiento rápido, que consiste en un préstamo de emergencia, como el que otorgó el Fondo cuando ocurrió el terremoto del 2016, o el de mayo pasado, por el impacto de la pandemia.
El Fisco requeriría este año USD 7 000 millones más de financiamiento respecto al previsto antes de la pandemia, por lo que busca también créditos de China.
Fuente: El Comercio, redes sociales